Fidel Tubino y Roberto Zariquiey: Jenetian. El juego de las identidades en tiempo de lluvia. Coedición Universidad Nacional Mayor de San Marcos – Organización de Estados Iberoamericanos. Lima
Macera dijo una vez que el Perú es un exceso semántico y quizá lo que buscó con esa frase es hacernos caer en cuenta de que una razón del fracaso de los proyectos de nación en el Perú es la idea de que éste es un país mestizo y se pretende invisibilizar nuestra realidad diversa, asimétrica e injusta. Para Fidel y Roberto, en el Perú, además de distintos mestizajes se dan relaciones complejas, mucho más cercanas a la diglosia cultural que a la síntesis. Y es de esa situación de diglosia cultural en la que se encuentran los shipibos, de la que nos hablan en Jenetian el juego de identidades en tiempos de lluvia.
Para su estudio, Fidel y Roberto toman de Liehard el muy sugerente concepto de diglosia cultural que asume más o menos que si la diglosia “a secas” da cuenta de las relaciones asimétricas entre las lenguas que coexisten en una situación de dominación, es lícito pensar que no sólo uno de los elementos de la cultura, la lengua, es susceptible a estigmatización y que más bien podemos encontrar diglosia en las otras manifestaciones culturales. Liehard no nos dice cómo estudiar la diglosia cultural y desde la lingüística y la filosofía Fidel y Roberto desarrollan los conceptos que buscan interpretar estos contactos culturales y cómo esos estructuran y reestructuran la identidad de los shipibos. Conviene recordar que con el concepto de diglosia la lingüística llamó la atención sobre la necesidad revertir el orden de cosas establecido y así, desarrolló una línea de trabajo llamada planificación lingüística. Sin duda el concepto de diglosia cultural se encuentra también en esa línea de pensamiento que denuncia las relaciones coercitivas del colonialismo cultural y, en tal sentido, abre una línea de trabajo llamada planificación cultural.
Un concepto clave para dar cuenta de lo que ocurre con los shipibos es el de transferencia. En el libro se desarolla muy bien este concepto y todos los que forman el marco teórico para el análisis, yo voy a resumir mucho el asunto y solo les voy a decir que en situaciones de bilingüismo social se observa que es posible que en una lengua se hayan colado y/o incorporado elementos de la otra. Eso se ha llamado transferencia lingüística y se ha desarrollado toda una teoría para su estudio que ha dado, entre otras cosas, nuevas luces para explicar el cambio lingüístico. Fidel y Roberto nos hablan de transferencias culturales. Así como las transferencias lingüíticas no son todas iguales y los lingüistas han establecido clasificaciones de las mismas, nuestros amigos también establecen clasificaciones para las transferencias o hibridaciones culturales:
Hay casos en los que se toma prestado un elemento de una lengua y se incorpora a la otra. Así también, es posible incorporar un elemento de la cultura en contacto y apropiarse de este. Un ejemplo que sirve para explicar esto es del apache y el caballo que se menciona en el clásico libro sobre interculturalidad que escribieron juntos Maria, Fidel y Wilfredo. Si nos piden imaginarnos a un apache, lo imaginaremos montado en un caballo y el caballo no es un elemento original de su cultura pero los Apaches se han apropiado de ese elemento; es decir, lo han hecho propio.
Hay elementos de la lengua que caen en desuso, por ejemplo el futuro del subjuntivo o la palabra pulpería. De igual manera, hay prácticas culturales que se dejan porque ya no se consideran adecuadas. Por ejemplo, una práctica que ha caído en desuso entre los shipibos es la amputación del clítoris y de los labios interiores de la vagina, que era el rito de pasaje de las mujeres hace sesenta años.
Puede también que el contacto cultural signifique el surgimiento de prácticas culturales híbridas reestructuradas tanto en forma como en contenido.
Hay pues muchas posibilidades cuando hay contacto de culturas y en Jenetian se hace un intento de clasificación de las mismas. Este es, creo, el principal aporte importante que hacen Fidel y Roberto para el estudio de las hibridaciones culturales.
De las distintas formas de hibridación cultural que operan entre los shipibos una que desarrollan in extenso es la hibridación forzada que se da cuando en Santa Teresita se festeja la fiesta de la comunidad. Es muy interesante lo que se describe. Se celebra una fiesta que de fiesta solo tiene el nombre. No hay ningún espíritu festivo y Fidel y Roberto se preguntan porqué esa fiesta no se ha “shipibizado” y llegan a la conclusión de que se celebra el aniversario de la comunidad con una fiesta porque eso es lo que acostumbran hacer los mestizos, aunque los shipibos no le encuentren ningún sentido y por ello no se han apropiado de la fiesta ni la han incorporado a la comuidad. Esa fiesta ha sido traída por quienes han visto que eso hacen los mestizos y asumen que si eso es bueno para los mestizos, debería serlo también para los shipibos.
Pero ya ustedes si leen el libro van a encontrar más explicacioes, más ejemplos de hibridaciones culturales en Santa Teresita o en Puerto Bethel y si leen las entrevistas a los cuatro intelectuales shipibos que conversan con Roberto y Fidel verán lo que ellos sienten ante el hecho de que su cultura esté perdiendo espacios frente a la sociedad mestiza.
Los intelectuales indígenas ven con preocupación cómo se pierden prácticas que tenían un profundo significado para los shipibos. Así como en el caso del desplazamiento lingüístico Skutnabb Kangas nos habla de lenguas que asesinan a otras lenguas y actúan como plantas carnívoras que dejan a la humanidad en una situación de empobrecimiento lingüístico preocupante, así también podemos ver, con preocupación, que hay “culturas asesinas.” Los shipibos entrevistados sienten que su obligación moral es buscar formas para revertir la situación de minorización y aniquilamiento lingüístico y cultural que están experimentando sus pueblos.
Me interesa en este punto regresar a lo que les contaba antes, sobre la mutilación genital femenina, […] que se realizaba durante una fiesta tradicional shipiba , el ani sheati, Esa fiesta incluía varios componentes y ritos que afirmaban las alianzas entre varias parentelas.
El ani sheati ya no se práctica, pero se está buscando recuperar el sentido de fiesta grande que tenía dicha celebración, ya no con el rito de pasaje de la amputación del clítoris sino como un intercambio de ideas y de experiencias. Cuando Fidel y Roberto le preguntan a Willian Barbarán por el asunto él les dice:
“[A]ni sheati es una gran convocatoria, una gran fiesta. Entonces, es ese día del pueblo, día de los shipibos queremos hacer ese tipo de actividades culturales con mayor presentación, mayor preparación; y hacer conocer que nuestra cultura sigue vigente. […](p.129)
Como es de esperar la pregunta que viene es si ese rescate incluiría reproducir las prácticas violentas que se daban en el ani sheati y la respuesta de William Barbarán es contundente “no es algo rescatable la extracción del clítoris.”
He traído el tema del ani sheati porque es un asunto delicado y muchas veces no se quieren tocar los asuntos delicados cuando se habla de culturas amazónicas, de interculturalidad y de respeto, pero Fidel y Roberto sí hablan del asunto, preguntan porque saben que no por el hecho de respetar las diferencias culturales se van a justificar y promover prácticas que no respetan los derechos humanos. Aunque puede resultar incómodo, ellos abordan el tema. También he traído el asunto del ani sheati porque es un tema que tiene que ver con la mujer shipiba y si algo he extrañado en el libro es el testimonio de las mujeres. Se han entrevistado a cuatro intelectuales shipibos, todos hombres y en el pueblo shipibo hay mujeres que son líderes intelectuales muy valiosas. Una de ellas por ejemplo es la hija del señor Ángel, Miriam Soria, una intelectual de su pueblo que manifiesta que a ella de chica su abuela le decía que las mujeres deben hacer tres cosas “esperar , tejer y callar” Miriam Soria nunca estuvo de acuerdo con ello y esperaba que un día las mujeres de su pueblo no caminen dos pasos atrás de sus maridos. Miriam Soria trabaja con las mujeres shipibas para conseguir la emancipación de sus congéneres y habría sido importante escuchar testimonios de mujeres como ella sobre las transformaciones que vive el pueblo shipibo.
Termino ya esta exposición dando fe de algo. Fidel y Roberto dicen en la presentación de Jenetian que el libro no es solo producto de su curiosidad intelectual sino del profundo vínculo afectivo que tienen con el pueblo shipibo. Eso es cierto y me consta. Pero lo que no dicen Fidel y Roberto es que el libro es también fruto del profundo vínculo afectivo que hay entre ellos dos. Un vínculo que nació como una relación cordial entre profesor y alumno en estudios generales y que se ha convertido en una amistad muy sincera de dos grandes personas que siguen compartiendo el sueño de que un mundo mejor es posible y de quienes me siento orgullosa de ser su amiga-
Hola te invito a participar en la comunidad de blogs peruanos
http://www.blogsperu.com
me parece muy esos, maravilloso cosa q estan aciendo x q yo soy el hijo de mirian soria jejejee
Hola Roberto,
me alegra que te guste el blog. Un abrazo
nila
Transcribo una frase que recojo de la exposición que en el Centro Cultural Inca Garcilaso hay sobre el Ani Sheati; me pareció muy interesante y resume un poco el tema del encuentro cultural.
Muy interesante tu blog. Hay que volver a él constantemente.
Saludos
AHP
«El shipibo no tiene un imán, tiene dos: el imán que te han puesto de fuera y el imán propio. Lo que pasa es que a veces el imán de fuera es más fuerte que el propio, pero a veces están los dos … Creo que uno tiene que entender, por ese imán propio, el sentir, vivir y pensar líbremente como shipibo. Lo necesitamos para todo lo que pueda venir de fuera, aunque también necesitamos ese otro imán. Pero ese imán de fuera no necesitamos ponerlo en el centro sino tal vez a nuestro costado o en nuestra mano. Necesitamos reflexionar mucho más desde los espacios nuestros».
Lener Gimaraes, joven profesor shipibo
Bienvenido al blog, Andrés. Muchas gracias por compartir con nosotros lo que nos dice Lener y muchas gracias por los comentarios amables hacia el blog.
Semejante práctica contra la mujer, aún vigente en otras culturas, no debiera jamás justificarse como rito cultural. Sería interesante conocer la opinión de las mujeres shipibas al respecto.
concuerdo contigo