En una noticia aparecida ayer en público.es, David Crystal sostiene que es necesario un movimiento social para evitar la extinción de lenguas:
¿Es necesario un movimiento para salvar las lenguas similar al ecologismo?
Una ecología lingüística es tan urgente como la biológica. La diversidad lingüística es un bien básico del ser humano. Cada lengua expresa una visión del mundo y qué significa ser humano, y cada lengua perdida implica la pérdida de una de estas visiones. Los argumentos son exactamente los mismos que aquellos utilizados en el ámbito de la conservación de plantas y animales, salvo que aquí hablamos de diversidad intelectual.
¿Hay lenguas verdugo que están borrando del mapa el resto de las lenguas?
Cualquier lengua dominante es una amenaza potencial para las lenguas minoritarias cercanas. En algunas regiones de África, las lenguas minoritarias están amenazadas por las dominantes, como el suahili o el árabe. El inglés ha sido la lengua más poderosa en algunos lugares, como Australia. En otros, ha sido el español, como en la mayor parte de Suramérica. Pero no me gusta emplear palabras como verdugo, sobre todo cuando hablamos de personas que utilizan estas lenguas para tener una mejor calidad de vida. La gente no escoge la ejecución.
El concepto de ecología de las lenguas fue usado por Haugen en 1972 para referirse «al estudio de las interacciones entre la lengua y su entorno.» El entorno se entiende como psicológico y sociológico. Para Haugen es muy importante que la cuestión no se reduzca a la descripción de la situación social y psicológica de la lengua sino al efecto de esta situación en la lengua. La ecología de la lengua no se limita a la descripción de las lenguas sino a promover su uso y preservación. Haugen explica que el término de “Ecología de las lengua ” así como el de “Familia lingüística” son metáforas derivadas de los estudios de la existencia de la vida. Esta metáfora según Hornberger 2005 es muy útil para las propuestas de políticas lingüísticas multilingües. Así nos dice:
Tres temas sobresalen para mí en los escritos de Haugen y también de otros investigadores más recientes sobre la ecología del lenguaje (Mühlhaüsler 1996, Phillipson & Skutnabb-Kangas 1996, Kaplan & Baldauf 1997, Ricento 2000, y otros), temas que son de utilidad en la construcción e implementación de políticas lingüísticas multilingües. Estos temas son: primero, que las lenguas, al igual que las especies biológicas, crecen, cambian, viven y mueren en relación con otras lenguas (lo que podemos llamar el tema de la evolución del lenguaje); segundo, que las lenguas, al igual que los especies biológicos, interactúan con los múltiples factores de su entorno, factores sociopolíticos, económicos, culturales, educativos, históricos, demográficos, y otros (lo que podemos identificar como el tema del entorno del lenguaje); y tercero, que algunas lenguas, al igual que algunos especies y entornos, pueden llegar a estar en peligro de extinción, y la ecología no es tan sólo cuestión de estudiar y describor esos procesos, sino también de actuar para contrarrestarlos (lo que podemos denominar el tema de la extinción del lenguaje.
La preservación de las lenguas no es solo un asunto lingüístico. En un post decía que: «Los esfuerzos por revitalizar las lenguas indígenas no pueden estar divorciados de las luchas por la autonomía, la democracia y el reconocimiento de los derechos colectivos.» La ecología lingüística es un trabajo para quienes creen que «otro mundo es posible.»
Bibliografía.
Haugen, E. (1972). The ecology of language. In A. Dil (ed.) The Ecology of Language: Essays by Einar Haugen. Stanford, CA: Stanford University Press.
Hornberger, N. (2005) Voz y biliteracidad en la Revitalización de lenguas indígenas: Prácticas contenciosas en Contextos quechua, guarani, y maori. Disponible en: http://www.digitalart.inf.br/ufmt/arquivos/artigos/5.pdf
Querida Nila,
gracias por el post! Me da gusto ir aprendiendo más sobre este tema. En efecto, como alguna vez lo hemos hablado, coincido en que la desaparición de una lengua conlleva la desaparición de toda una cosmovisión. Cuando aprendemos otra lengua nos damos cuenta de que existen ciertas palabras «intraducibles» a nuestra lengua materna, porque conllevan ciertos matices y ciertas cargas especiales que hacen que la traducción más cercana quede deslucida… Pongo como ejemplo el estrato lexical… imaginemos ahora la lengua en situación, en discurso y acción. Imaginemos el universo que despliega.
La desaparición de una lengua supone la muerte de siglos de cultura y el olvido definitivo de todos quienes habitaron en ella.
Un abrazo!
Mi querido Ernesto
sin duda, el asunto de la pérdida de lenguas es terrible. Hace un tiempo posteé la noticia de que cada dos semanas muere una lengua. La cosa es dramática y no nos damos cuenta de lo que ello significa.
Los patas estos del Instituto de lenguas vivas han hecho un docuemtal,,, se llama «the linguists» y como lo había dicho Claire Bowen, estos dos lingüistas se creen Indiana Jones,,, Pero bueno, hay que reconocer que gracias a ellos la noticia de la pérdida de lenguas se hizo conocida. He encontrado esta entrevista a Harrison. (De hecho lo figureti jode, pero igual es interesante)
un beso
Nila
Querida Nila, gracias por los enlaces… e verdad que el «indianayonismo» pero si al menos ha servido para poner en el tapete el tema ha valido la pena…
Un beso,
Ernesto.
Nila,
De verdad que resulta muy interesante este concepto de ecología de las lenguas, pues con todo lo que está pasando con nuestros recursos naturales, la metáfora convoca a buscar más información sobre el tema, a realizar estudios sociolingüísticos sobre el estado de uso de las lenguas y a trazar estrategias conjuntas y máxime en el año internacional de los idiomas.
Gracias por la información
Lilia
gracias a Usted Lilia por seguir este blog
un abrazo
Nila
Buen post, las ideas son muy relevantes. http://FundacionAsis.Org