(foto tomada de aquí)
Ayer la República publicó un artículo de Luis Jaime Cisneros que me ha dejado con un mal sabor. Claro está que eso se puede deber a que yo estoy malinterpretando al columnista. Paso a transcribir los dos párrafos que me han resultado más polémicos y ojalá se animen a comentarlos .
«Es evidente, por tanto, que contrastan el comportamiento lingüístico del conquistador y el misionero. El soldado quiere imponer la lengua, y la lengua va modificándose a medida que avanza la conquista y se va consolidando la colonización. El fraile busca apremiar la lengua, preocupado como está por el comercio de las ideas y las almas. Los cambios fonéticos están más cerca de la responsabilidad de los primeros. Cerca de los frailes están los cambios semánticos. Este punto de partida es esencial para entender nuestra realidad lingüística (un Perú pluricultural y plurilingüe): somos un país donde la lengua general es el español, compartido con todos los países americanos. Bolivia, Ecuador y México, son como el Perú, países pluriculturales. Paraguay es un país bilingüe: todos los paraguayos hablan español y guaraní, y por eso ambas lenguas son sus lenguas oficiales.
Luis Jaime contrapone el Perú plurilingüe al Paraguay bilingüe. El hecho de que en Paraguay el castellano y el guaraní son lenguas oficiales está en el hecho de que todos los paraguayos hablan esas lenguas. ¿quiere decir que porque en Perú los mestizos no hablan una lengua indígena esta no puede ser oficial?
El siguiente párrafo dice:
Las lenguas las hace el pueblo. No se trata de una afirmación demagógica, pues proviene del fruto de la historia de la humanidad. Repito: el usuario marca el destino y la vigencia de una lengua: a través del uso incorpora o desecha voces, modifica significados, adopta o rechaza neologismos o extranjerismos. En suma, el destino de una lengua está en el hablar de sus usuarios.
Aquí siento en Cisneros esa idea de no pocos de que la muerte de una de una lengua es responsabilidad de los hablantes de esa lengua. La idea de que son los usuarios quienes al optar por la lengua mayoritaria están marcando la «invigencia» de la lengua minorizada. Creo que esa es una actitud muy cómoda que le achaque la responsabilidad al minorizado y nada dice el minorizador.
Hola Nila,
Entiendo el punto y creo que tienes razón. Pero tratando de entender tambien a Cisneros… no será que quisiere decir que las lenguas están vivas, y que el hablante con sus usos tiene mas peso en ellas que -digamos- una academia de la lengua? Por que como que cuesta un poco pensar que Luis Jaime prodía decir algo en la linea de lo que tù interpretas. ¿O sí?
Sería interesante saber en qué medida los hablantes son o no son responsables porque una lengua desaparezca y si acaso este fenómeno es analogable con la idea (mucho menos controversial) de que los hablantes son responsables de que la lengua cambie. Da la impresión de que Cisneros deriva lo primero de lo segundo, pero es posible que no sean fenómenos análogos. Como no soy experto, no tengo ninguna idea al respecto, solamente una pregunta.
nila, siempre te leo y hace tiempo quiero hacer una pregunta: entiendo todo lo que implica la desaparición de una lengua, pero ¿acaso no es un fenómeno, si cabe la palabra, natural? vale decir, a lo largo de la Historia se han perdido incontables lenguas y esto no ha implicado necesariamente la desaparición del legado cultural de sus hablantes. quizás esté equivocado y por eso me gustaría mucho una respuesta tuya.
Querida Nila,
Creo que muchas veces el hablante no tiene la capacidad de defender su lengua. Sea por políticas de estado, por razones ideológicas o por situaciones de diglosia. Es cierto que el cambio de una lengua se da dentro de la diacronía y las adquisiciones sincrónicas pero no debemos dejar de pensar que no es que un día los usuarios se levanten y decidan dejar su lengua. En el caso del latín hubo una evolución hacia las lenguas romances… pero no podríamos afirmar lo mismo, por ejemplo, del quechua puesto que el contexto político y cultural es hostil al uso de ésta…
Esa es mi pregunta: el hablante de una lengua minoritara, en situación de diglosia, puede ser acusado de culpable por no querer hablar esa lengua?
Hola Nila:
Coincido contigo en que del primer parrafo indudablemente se desprende la conclusion de que para que una lengua sea oficial tiene que ser manejada por todos los habitantes de un pais. Ahora bien, creo, como Susana, que Cisneros, en el segundo parrafo, ha tenido mas bien en mente indicar que no hay «autoridad» mayor que los hablantes o algo asi. Creo que es un intento que tienen muchos normativistas (y, Cisneros indudablemente lo es) para «suavizar» en algo sus juicios prescriptivistas. Lo mismo dice Martha Hildebrandt en todos los prologos de sus libros, yo lo siento como algo asi «la academia manda todo pero no se sientan mal, al final es el uso el que decide, o son los hablantes,etc..» Entonces, no se si Cisneros haya estado pensando realmente en el tema de la extincion de lenguas como responsabilidad de los hablantes mismos.
Ocram: las lenguas no desaparecen «naturalmente», si entiendes por eso algo que de todas maneras va a pasar hagamos lo que hagamos. Es mas, las lenguas no existen per se, lo que existen son sus hablantes, y si una lengua deja de hablarse es por motivos extralinguisticos, es decir, por acontecimientos historicos, politicos que determinan ciertas ideologias que causan que las lenguas vayan desapareciendo. Entonces, las lenguas indigenas se han extinguido o se estan extinguiendo no porque sea su destino, sino porque vivimos en un mundo que oprime a sus hablantes de mil maneras, que ha causado genocidios sobre sus hablantes, y porque privilegia una ideologia de que hay lenguas mejores o mas funcionales que otras, en nuestro contexto especifico, el espanhol. Es una ideologia monoglosica que argumenta que la diversidad no es conveniente.
Esto se liga con la respuesta a Daniel (y coincido plenamente con lo que afirma Reaño): es ingenuo pensar que los hablantes de una determinada lengua (i.e. el quechua) dejen de hablarla porque asi lo quisieron libremente, porque les gusto mas el espanhol, no se… Dejan de hablarla porque justamente se los ha obligado a hacerlo, al no proveerles espacios donde su lengua funcione y sea valorada. Entonces no se puede decir que ellos sean los responsables, los culpables son los grupos de poder que no han hecho nada porque estas comunidades mejoren sus condiciones de vida y, con eso, revertir la situacion diglosica de alguna manera…
El tema es mucho mas complejo y creo que Nila nos puede ilustrar mejor, sobre todo para aquellos que parece que no tienen mucha idea de la realidad linguistica de su pais…
saludos
teresa
Muchas gracias por comentar. La interpretación de Teresa y Susana me parece plausible.
En lo que a la muerte de las lenguas se refiere, creo que la variación es inherente a las lenguas y la muerte, no. Y es por ello que no es un asunto natural que una lengua se muera. Los ejemplos de Ernesto (Reaño) me parecen muy claros, el latín no se murió sino que se transformó en castellano, francés u otra de las lenguas romances . La muerte de las lenguas se da cuando los hablantes de las lenguas minorizadas dejan de ser bilingües. El bilingüismo sustractivo es el que nos lleva a la muerte de las lenguas y eso no es natural. Es una decisión a la que lleva la discriminación. Las lenguas que se mueren son siempre las lenguas de los grupos oprimidos y eso nos da una idea de porque no es un asunto natural
saludos
Nila
A mi entender, el problema de la muerte de las lenguas (además de conllevar la pérdida de una riqueza cultural única, un especial recorte de la realidad y una conceptualización irrepetible) es que refleja la penetración cultural y la opresión de los grupos que hablan las lenguas así llamadas minoritarias -hay autores que hablan de «lenguas minorizadas», indicando de esta manera que hay un accionar detrás, y por lo tanto no se trata de algo «natural».
Hola Nila, leí el artículo de Cisneros y en general entiendo que trata de explicar el tema de ser un país plurilingüe. Aunque se puede leer entre lineas cosas que tal vez ni el fue consciente al escribirlas. Tus críticas tienen fundamento, pero tal vez el texto no da para mucho. Siento que es un ensayo de explicar y nada más, porque Cisneros tiene mejores escritos y como profe creo se desempeña mejor (yo llevé un curso con él). Y sobre los hablantes de quechua, me viene a la mente la historia de un amigo que tiene por lengua materna el quechua (es ayacuchano), pero que si bien la habla y la conoce bien, habla el castellano (como todos) e inclusive el inglés porque fue a estudiar al extranjero. Pero por la naturaleza de su trabajo ahora trabaja en Cusco y con comunidades de altura. Obviamente todos se comunican en quechua (tuvo que aprender esas diferencias con el quechua materno) y como el mismo cuenta orgulloso y contento es no solo redescubrir una lengua sino ante todo a las personas que construyen todo un mundo desde su lengua y desde su cultura. La lucha o trinchera es la persona, eso creo.
De los ultimos cuatro meses he pasado dos y medio en una comunidad nativa donde se habla una lengua que se llama cacataibo. Es poco tiempo, lo sé, pero me tomo la libertad de contarles algo. en la comunidad hay actualmente 93 personas, de las cuales 11 son mestizos. El resto es cacataibo y de ese universo, el 100% habla la lengua y la usa, practicamente, todo el dia. Yo vivo con una familia y duermo con ellos. Cada noche el padre, que se llama Emilio y es un anciano, toma la palabra y empieza una suerte de monologo que es interrumpido por la voz de alguno de sus hijos en particular o de todos a la vez, cuando se dice algo gracioso y todos ríen. El primer mes no entendia ni pío de lo que decía, pero ahora entiendo algo y he comprendido que eso que pasa casi todas las noches es lo que describe Frank (1994) en su etnologia de los cacataibo (a los que él llama uni): la practica del ësëti, que se significa «aconsejar».
Cada noche, Emilio emite largos discursos, a veces cuentos (que suelen ser los que me contó a mí por la mañana para el trabajo que vengo realizando -una gramatica de la lengua-), en otras oportunidades discursos en segunda persona (que repiten la formula ax ka min a’, ax ka min apa’; es decir, «eso debes/puedes hacer, eso debes/puedes sembrar»).
Ahora viene mi punto, estoy en contra de la discriminacion lingüística y me parece un crimen que existan gobiernos como el actual, en el que acabar con la diversidad parece ser, al menos desde la educación, una politica de Estado; pero, a pesar de estar de acuerdo con todo lo que se ha dicho sobre la muerte de las lenguas y su caracter innatural, cuando Tere dice «proveerles espacios», con ese -les en el verbo proveer, me queda un mal sabor de boca. Me suena a que a veces nos dejamos llevar por una idea muy pasiva de los indigenas. Los cacataibos, los shipibos y los quechuahablantes (a propósito me sonó raro el uso de la forma «los quechuas» en el articulo de Luis Jaime) no necesitan necesariamente que se les provea de espacios para usar sus lenguas y las usan en espacios tan bacanes e importantes como el ësëti, o como las asambleas. Eso pasa ahorita y ha pasado durante las reformas borbonicas, cuando arreció la persecusión a las lenguas indígenas. Es decir, nuestras lenguas han sobrevivido a verdaderas catastrofes y, si bien se han transformado y han sido penetradas fuertemente por el castellano y por el bilinguismo sustractivo que este acarrea, guardan ciertos espacios donde la diglosia con predominio español no existe. Espacios que se mantienen vigentes y enteros y nos llenan de esperanza. Muchas veces la diglosia funciona a nivel macrosocial, pero los espacios más locales nos deparan dulces sorpresas. Además es cierto tambien que el cacataibo se mantiene vigente en el castellano empleado por sus hablantes. Qué rico es escuchar objetos animados sin la marca a, locativos y direccionales colapsados, el «dice» cada dos palabras, el «ese mismo» a cada rato. Todo calcadito del cacataibo (y lo mismo para el castellano andino, no?) En fin, de todo corazon yo no quiero que desaparezcan las lenguas indigenas, (eso es lo que yo siento y creo) pero si desaparecieran, como algunos signos podrian sugerirlo, su asesino, el castellano, no quedara impune, al apropiarselo, los indigenas lo han transformado terriblemente, le han dado otra gramática. Doña Martha tendrá que comerse la rabia, la pica, que le da escuchar a las congresistas de procedencia andina diciendo «a cuzco voy ir» y «me lo tomo mi sopa», asi hasta el fin de sus dias. Al menos, ese consuelo nos quedará, cuando esos espacios de resistencia para el uso de las lenguas indigenas desaparezcan. Al menos ellos, que tienen estrategias de supervivencia cultural alucinantes (recuerden las momias escondidas en las imagenes del corpus christi en el Cuzco colonial), se habrán vengado.
Perdon por la longitud de mi comentario, primera vez que comento en un blog y no conozco bien las normas. Felicidades a Nila por el blog.
Hola Roberto:
Muy interesante lo que cuentas sobre las prácticas discursivas de los cacataibos. Tienes razón sobre que se tiene una idea muy pasiva de los grupos indígenas, y, de hecho, muchos intentos de revitalización lingüística fracasan porque no toman en cuenta las iniciativas y aportes de los mismos hablantes, y se convierte en políticas totalmente externas. Sin embargo, creo que definitivamente no tienen el poder (ni político ni enconómico) para poder revertir el avance del castellano. Como dices sus lenguas sí tienen vigencia en espacios micros, pero creo que sí seria importante que sus lenguas también se puedan usar en otros tipos de espacios, algo que definitivamente es responsabilidad de las autoridades. Además, no sé como será con respecto a las otras lenguas, pero creo que sí es un hecho que en muchas de ellas, el castellano ha avanzado inclusive en esos espcios locales.
Por otro lado, creo que podrá ser un consuelo para los lingüistas que las lenguas indígenas queden como sustrato en las lenguas «asesinas», pero no creo que sea ningún consuelo para los hablantes de esas nuevas variedades, ni que suponga ninguna amenaza al español «estándar» u «oficial». Esas variedades con calcos de las lenguas indígenas van a seguir siendo discriminadas y se van a formar nuevas diglosias pero ahora con respecto a esas variedades. La tía Martha y su mancha (entre los que está Cisneros) van a poder seguir regodeándose en la discriminaciónm ya que van a tener más formas lingüísticas que prohibir. Así que al final seguimos en las mismas. Todo será muy «rico» para el lingüista que quiera analizar esas estructuras, pero va a seguir siendo la misma historia de marginación y desplazamiento para los hablantes de esas variedades.
Saludos
Teresa
Uy qué difícil, creo que, a nivel de país, el uso de una lengua en espacios micro es casi imperceptible y eso nos da la idea de que el castellano está expándiendose sin problema alguno. Sin embargo, no estoy segura de que las variedades de castellano resultantes del contacto necesariamente supongan discriminación. En todo caso, habría que verlo a nivel micro (para seguir usando el término): algunas características de estas variedades pasan inadvertidas por otros hablantes, incluso por normativistas, de modo que la discriminación se produce hacia algunas otras características. Claro, por este último grupo de rasgos, la marginación va a seguir vigente, cosa que -aunque suena pesimista y/o conformista- me parece casi imposible de desterrar de un país como el nuestro.
Ronald Suárez, un amigo shipibo, tuvo la idea alucinante de transmitir por radio -en shipibo y en español- los partidos de la copa Perú (cuando el equipo Hospital de Pucallpa tenía cierta posibilidad de subir a primera). El resultado fue tan bacán que Ronald consiguió auspiciadotes e incluso los no indígenas escuchaban sus transmisiones. Además, viajo a distintos lugares para narrar varios de los encuentros. Los shipis son un grupo de cumbia compuesto por algunos jóvenes shipibos bien buena onda. A lo largo del año pasado han ofrecido conciertos en los lugares más importantes de Pucallpa y se volvieron una sensación. Como todo buen grupo, sufrió una ruptura y ahora, además de los shipis, están los
supershipibos y un nuevo grupo de cumbiamberos de la misma etnia se nos viene: los panos. Olvidaba decir que el hit de los shipis, el baile del maxá, es en puro shipibo (como varias de sus canciones).
Si bien ambos ejemplos tienen un claro matiz local, yo no consideraría adecuado llamarlos imperceptibles.
Ambos suponen un cambio (mínimo pero sugerente) en la realidad diglósica peruana; pero no creo que su existencia niegue lo que dice Teresa, es decir que las lenguas indígenas a nivel nacional importan bien poquito y que los hablantes no tienen los medios para introducir sus lenguas a espacios estatales. Mi idea es que ambos polos (el uso de lenguas indígenas en espacios nuevos y tradicionales y la presencia de un Estado monolingüe y aprista) nos plantean un fenómeno muy complejo. Para entenderlo bien debemos conocerlo con paciencia y analizarlo con cuidado. Si no, caemos en afirmaciones falsas como aquella repetida hasta el cansancio: “el quechua ha sido marginado desde la llegada de los españoles”. No pues, los trabajos de Itier nos muestran que durante el siglo XVIII (en plenas reformas borbónicas) la lengua de poder en el Cuzco era el quechua y que los criollos cuzqueños, sabiendo castellano, preferían usar el quechua en los juzgados, aunque eso supusiera traer intérpretes y prolongar los procesos. Entonces, no se trata de negar que las lenguas indígenas están fregadas, sino de tratar de comprender esas resistencias, conscientes e inconscientes, que ofrecen sus hablantes. Todo con la finalidad de entender mejor las cosas y plantear mejores soluciones.
También es cierto lo que dice Teresa sobre la penetración del castellano en espacios locales (y yo lo pude experimentar en el río Napo). La cosa se complica. ¿Por qué los kichwas de San Carlos se pasaron al castellano mientras los catataibos, no y mientras los shipibos están shipibizando Pucallpa? Como dice un sobrinito: “eso yo no lo sé”. Lo que sí sé es que todo eso forma parte del proceso que atraviesan las lenguas indígenas en el Perú, con un Estado insensible al tema y reacio a negociar con los perros del hortelano. Y a ello habrá que añadirle la intrusión de empresas petroleras que en unos años estarán en muchas de las comunidades de nuestra selva, generando cambios fuertes que van a tener consecuencias lingüísticas sin duda. Es muy bacán que haya espacios para reflexionar sobre esto.
Ahora, que su introducción en espacios públicos suponga la supervivencia de las lenguas indígenas no me queda muy claro de antemano. Es un proceso tan complejo (escritura?, normalización?, academias?, traductores?, médicos?), que puede generar más problemas que soluciones. Además, tampoco creo que sea una demanda de TODOS los pueblos indígenas. Yo no creo que a los cacataibos de Yamino, que son en un 95% bilingües, les interese mucho que se les atienda en cacataibo en la posta de
Aguaitía. Creo que lo que más les interesa es que se los atienda, que los traten como personas, que los apoyen. Y ojo, no los tratan mal por hablar cacataibo o tener castellano interferido, se los discrimina, sobre todo, porque son rurales y son pobres. No los discriminan porque al decir «ese mismo no más es» para decir «es igual» están calcando una estructura del cacataibo.
Eso que dice Claudia es bien cierto, en realidad, no todos los rasgos lingüísticos interferidos son
objeto de rechazo, sólo lo son algunos, esos que se convierten en «marcadores». Además, que Martha Hildebrandt «se regodee en la discriminación» a mí no me interesaría demasiado: ella y su mancha ya están de salida. Y después del roche con las congresistas, yo creo que ella salió mal parada. Dudo que vuelva a pronunciarse públicamente sobre el quechua, al menos por el momento. Si Martha Hildebrandt y su mancha fueran un grupo de jóvenes con influencia sobre otros jóvenes, estaría preocupado. Yo no creo que los jóvenes del Perú actual consuman el discurso acartonado y escribal (Biondi y Zapata dixit) de alguien como ella. Los capitales simbólicos se negocian en otro lado. Además, por más que no me guste la Academia de la lengua, no puedo sostener, sin sentirme culpable, que la actual academia de García de la Concha es la misma que la de Manuel Alvar. Ni a vainas. La academia es una institución muy fea pero ahora es menos fea, el diccionario panhispánico de dudas y la Gramática pandialectal que se viene elaborando (las notas sobre Perú han sido hechas por lingüistas buenazos como Jorge Pérez y Rodolfo Cerrón-Palomino) nos dan cierta esperanza. No digo que no sea una institución discriminadora y peninsularista, no. Sólo digo que han muchos asuntos a tomar en cuenta y que es paja poderlos conversar con otra gente interesada. Me gustan los blogs. Perdón por la extensión, otra vez. Saludos.
Querido Roberto,
muchas gracias por pasar. A mi también me gustan los blogs (ja). De hecho, la cuestión de debilitamiento, aniquilamiento por un lado y de revitalización, fortalecimiento por otro lado, dibujan una situación muy diversa.
Lo que ocurre con los asháninkas, por ejemplo, no se puede comparar (por mala suerte) con lo que ocurre con los shipibos. Hay, sin duda, casos muy estimulantes de presencia de las lenguas indígenas, que existen a pesar de los intentos aniquiladores del estado (el gobierno aprista es de lo más horrible y quizá por ello se vea ahora muchos de los filoapristas arrepentidos) pero esos casos no son los más frecuentes. Es muy importante darlos a conocer pues evidencian que contrariamente a lo que quería el proyecto homogeneizador, las lenguas siguen vivas y la resistencia en muchos casos ya no es pasiva.
El hecho de que los cacataibos de Yamino sean bilinqües y que hayan llegado a una «sana diglosia» donde no busquen que su lengua gane espacios, a mi no me preocuparía mucho si es que ello también significara que la legua tampoco pierda los espacios que tiene. Yo no sé cuanto castellano habrá en Yamino, pero si es que este ya se usa en la casa entre padres e hijos, si me parecería que ya la diglosia dejó de ser sana,,,que ya no estamos en una situación de diglosia porque ya la situación ha dejado de ser estable y ya se está entrando al lingüicismo.
No creo que a un cacataibo le resultaría indiferente que el médico le empezase a hablar en su lengua,,,
Tú dices, Roberto, que a los cacataibo no los discriminan por hablar cacataibo sino por el hecho de ser pobres y, claro, no los discriminan por lo del cacataibo porque ya hay otros símbolos más evidentes que la lengua para discriminar al otro,,,
Si bien Martha y sus secuaces están de salida, la discriminación no es algo que ya fue, hay ahora nuevas élites que hacen esa chamba y ahora, como lo has señalado, la cosa es muy peligrosa con las nueva política aniquiladora de los indígenas.
En cuanto a a RAE, bueno yo nunca le tendré respeto a esa institución, porque odio las academias, las cosas monárquicas, y que se llame español a una de las lenguas que se hablan en España, pues tan español como el castellano es el catalán, el gallego y las otras. Así que en esas intituciones decimonónicas que continuan con el discurso del Estado nacional, no tengo ni la más infima esperanza
un beso
Nila
Si, pues, Roberto, todo viene en un mismo paquete. La discriminacion linguistica es consecuencia de las condiciones de pobreza en las que viven las comunidades indígenas. Mejorar esas condiciones es lo que debería importarle al gobierno, pero ya sabemos que eso es lo ultimo en lo que piensan. Creo que el cambio de sistema economico es lo primordial, y de ahi recien se podria trabajar para revitalizar las lenguas indigenas y las variedades de español regionales.
Sobre Martha Hildebrandt, por más que ya este de salida, no creo que haya algun avance entre la gente respecto al tema de la valoracion de las demas lenguas y variedades del español. Creo que los prejuicios linguisticos siguen totalmente vigentes. Tal vez los unicos que nos los tengamos seamos los que tengamos alguna formacion en linguistica (y eso). De ahi todo el mundo, y, sobre todo, academicos de otras ramas manejan esos prejuicios. Lo ves nomas con la respuesta que genero el video que hicieron ustedes sobre lso castellanos del Peru. Da pena, pero la gran mayoria entendio ese video al reves o con una actitud en contra. Asi que yo creo que ahi todavia falta muchisimo por trabajar. Lo de la Academia puede ser un avance lo del DPD, y la gramatica pandialectal, pero en general la gestion de Garcia de la Concha ha sido mas de lo mismo (una continuacion de Lazaro Carreter, que por mas filologo bacan que fue, era recontra discriminador, bastaba ver sus columnas en El Pais). Echale una revisada al libro de Jose del Valle y Luis Gabriel Stheeman («La batalla del idioma»), hay un par de articulos sobre el rol de la academia bajo la gestion de Garcia de la Concha, para que veas que mucha apertura no hay.
En todo caso, creo que la iniciativa de los blogs sobre linguistica (el de Nila, el de Miguel, el de Ernesto, los chicos de imverbe) podrian lograr que estos temas se conversen mas y sobre todo lleguen a mas gente. Lamentablemente, la linguistica no tiene mayor presencia todavia, y creo que en algo se podria contribuir para generar algunos cambios, por lo menos, trayendo estos temas a debate, no?
saludos
teresa