Los efectivos del orden recibieron a los pobladores que llegaron a Putis y los reunieron en el local donde funcionaba el colegio, juntándolos con otros pobladores a quienes los soldados habían sacado de sus viviendas. Les aseguraron que a partir de ese momento les darían protección y colaborarían con ellos en diversas obras para mejorar la calidad de vida de la población. Con ese pretexto los militares ordenaron a los varones, apuntándolos con sus armas, que caven una gran poza; a algunos les dijeron que era para construir una piscigranja en la que criarían truchas, mientras a otros, les aseguraron que allí construirían casas.
Sin embargo, cuando estuvo lista la supuesta piscina, los efectivos militares reunieron al centenar de pobladores alrededor de la poza, entre los que habían hombres, mujeres y niños, y sin mayor explicación les dispararon a matar.
Los asesinaron porque tenían sospecha de que estaban vinculados a la subversión; además, para lucrar con el producto de la venta del numeroso ganado de propiedad de los campesinos que, luego de los hechos, comercializaron en Marccaraccay.
Los militares cubrieron los cadáveres que se encontraban en la fosa con tierra y piedras. Otra parte de las víctimas habría sido sepultada al interior de un aula en la escuela. (Comisión de la verdad y la reconciliación, Tomo VII, P.145)
El 3 de abril se inaguró en el Centro Cultural de la Universidad San Cristobal de Huamanga la exposición fotográfica «Si no vuelvo búsquenme en Putis» Las fotos son el testimonio visual de lo observado por Domingo Giribaldi cuando viajó junto con los miembros del Equipo Peruano de Antropología Forense a la exhumación de las fosas de Putis.
Estuve en esa muestra y el ver las fotos, me dolió. Una de las fotos que más remueve es la de esta chompita de un bebe:
Asistieron a la muestra comuneros que habían perdido a sus familias en esa matanza. Ese dolor ya no es solo de ellos.
Yo he sentido mucho este tema. Me ha hecho pensar y re-pensar lo he circulado por poetas y escritores de por aqui en USA. No debemos olvidarnos de lo que paso ni de quienes se fueron en tan terribles circunstancias. Asi es, los pobres, y desposeidos mueren y ni sus nombres se publican, se quedan en el anonimato, en el silencio complice. Me hizo pensar en una cancion de pablo Milanes que se llama ‘la vida no vale nada.’ Por eso mismo, no deben de haber mas Putis nunca mas.
Es lamentable cuando ocurren este tipos de atropellos e injusticias nadie tiene derecho a quitar la vida a nadie y lo mas triste no tienen quien los defienda que de hoy para adelante nunca mas vuelvan esas pesadillas.