Hoy, día 9-11-2010, grupos de colonos marroquíes, muy numerosos y exaltados, patrullan las calles de El Aaiún, gritando proclamas por el sahara marroquí e irrumpiendo en las casas de los saharaui para destrozarlas y capturar a los jovenes saharauis que allí se encuentren, y aportárselos, previo acuerdo, a los militares marroquíes.
La generación de la amistad Saharaui une a un grupo de poetas saharauis que busca transitir el sufrimiento de su pueblo. Una exponente de este grupo es Zahra Hasnaui de quien comparto el Poema «Voces» y se los dedico a esos hombres y mujeres saharauis a los que se les están violando sus derechos humanos.
A todas las voces saharauis secuestradas, en tumbas y en cárceles;
esas voces que, sin embargo, no sólo paredes revientan.
Quizá pienses que tu voz no me llega,
que el malvado siroco la rapta
antes de llenar mis sentidos.
Quizá sueñes que el eco es mudo
el espejo ciego y los versos
se acobardan.
Se agolpan tus clones,
y alborotados pugnan
por salir en blanco y
negro de mi garganta.
A veces escupo,
casi siempre embucho,
ira, sangre,
paz, tierra.
Quisiera encadenar
tus manos a las mías,
el techo oscuro
abrir a las estrellas.
Quisiera, los ojos,
limpiar de rabia.
Treinta voces,
Treinta veces,
repiten la historia,
porque nadie pudo,
nada puede domar
las voces que rozan el alma.
A todas las voces saharauis secuestradas, en tumbas y en cárceles;
esas voces que, sin embargo, no solo paredes revientan. …
Quizá pienses que tu voz no me llega,
que el malvado siroco la rapta
antes de llenar mis sentidos.
Quizá sueñes que el eco es mudo
el espejo ciego y los versos
se acobardan.
Se agolpan tus clones,
y alborotados pugnan
por salir en blanco y
negro de mi garganta.
A veces escupo,
casi siempre embucho,
ira, sangre,
paz, tierra.
Quisiera encadenar
tus manos a las mías,
el techo oscuro
abrir a las estrellas.
Quisiera, los ojos,
limpiar de rabia.
Treinta voces,
Treinta veces,
repiten la historia,
porque nadie pudo,
nada puede domar
las voces que rozan el alma.