Las dictaduras, sean de derecha o de izquierda, deben ser repudiadas por todos los que nos consideramos demócratas. La represión hacia quienes se oponen al gobierno debe ser denunciada. Pensar distinto no puede ser criminalizado. A Gorki Aguila, guitarra y voz líder del grupo Porno para Ricardo, se le había apresado el lunes por considerarlo una persona «peligrosa.» Sí, peligrosa por tener una actitud crítica frente al gobierno de su país, Cuba.
Me he enterado de que Gorki ha sido liberado a las seis de la tarde, luego de un rápido juicio. Parece ser que las protestas ante este atropello tuvieron resultado positivo y en el juicio sumario, se le cambió el cargo de «peligrosidad predelictiva» a «desobediencia.» Se le ha condenado a pagar una multa de 600 pesos.
Aquí los dejo con una canción para el fin de semana:
Trova con ovation
No quiero ser como tú, mamita,
que me cantas la misma cancioncita,
no quiero ser como tú, compañero,
que levantas la mano y aplaudes el tiempo entero.
No quiero ser monigote de un rey ciego,
me meo en su sopa y le doy cuero,
no quiero ser cosmonauta del año 2 con tres ceros,
no quiero más fe, no quiero tu maldito futuro nuevo.
Pero no sé,
no, no sé lo que quiero.
En el futuro seremos mejores,
en el futuro no habrá dinero,
en el futuro creeremos en Dios,
en el futuro seremos ateos,
en el futuro nos informaremos tanto,
en el futuro nos informaremos menos.
Pero no sé,
no, no sé yo no creo
La verdadera revolución es la que nos da el derecho a no querer ser como los demás quiren que seamos. Como Nietzsche, no puedo creer en un Dios que no baila. Mucho menos en una revolución que nos prohíba bailar.