Mi amiga Ruth Santisteban ha tenido a bien enviarme este artículo y yo estoy muy contenta de publicarlo en mi blog. Su título es: LA MUJER SEMILLA Y LA BIODIVERSIDAD. Espero que los mueva a la reflexión
LA MUJER SEMILLA Y LA BIODIVERSIDAD
“Con nuestra sabiduría e intuición fortalecemos la diversidad y enfrentamos a la adversidad”
Prof. Ruth D. Santisteban Matto
«La semilla es el primer eslabón de la cadena alimentaria. Sin embargo, las productoras de semillas son invisibles para los regímenes de propiedad intelectual relacionados con las semillas.» Vandana Shiva.
¿Quiénes aportaron y aportan a la biodiversidad? es la pregunta que formulé a un grupo de mujeres indígenas en un foro público y, ellas con la sencillez y la humildad que las caracteriza se miraron unas a otras y a una sola voz respondieron ¡todos!, frente a esta afirmación les hice recordar que en muchos lugares del Perú y del mundo las mujeres son las que protegen, cuidan y regeneran las semillas y es por ellas, por las mujeres semillas que el Perú está considerado como uno de los países más megadiversos del mundo.
En los Andes sudamericanos, las mujeres se han encargado por siglos de seleccionar, conservar y administrar un abanico de semillas de papas nativas. Su imagen está asociada a la reproducción en el campo y a la seguridad alimentaria de sus pueblos. La biodiversidad, su conservación y protección es garantía de seguridad y soberanía alimentaria para la humanidad, las poblaciones indígenas, especialmente las mujeres agricultoras nos vienen transmitiendo este mensaje desde hace muchos años atrás.[1]
El rol de las mujeres semillas en el Perú y en el mundo es clave para mantener y desarrollar una agricultura familiar respetuosa con la naturaleza, sana, diversa y nutritiva, sin embargo, este aporte no está siendo visibilizado ni mucho menos considerado en la economía del país. Vandana Shiva sostiene que las mujeres han producido semillas durante siglos, y lo han hecho aportando más diversidad y características que todos los sistemas de producción industrial de semillas reconocidos formalmente. Ciencia y cultura confluyen en la producción de semillas llevada a cabo por las mujeres.
Y es muy cierto lo que dice Vandana Shiva sobre la confluencia Ciencia y cultura en la producción de semillas ya que las mujeres semillas ponen en práctica su sabiduría cuando por ejemplo dan ánima a las semillas cuando las sahúman o cuando no ingresan a la chacra en su periodo de menstruación, o cuando son ellas las que colocan las semillas en la tierra y es que estas prácticas no solo lo hacen las mujeres semillas andinas peruanas, pues también las realizan en muchas comunidades rurales de la India donde las semillas son portadoras sagradas de la vida y por eso se las rodea de rituales. Estos rituales también tienen un aspecto funcional. Por ejemplo, antes de almacenar las semillas, las mujeres ritualmente convocan a las fuerzas esenciales para un buen cultivo en la siguiente temporada agrícola. Este ritual es una parte importante de la preservación de semillas[2]. etc. La combinación sabiduría y espiritualidad (respeto a la Pachamama, a la naturaleza, a las deidades y a las semillas), y su afán de alimentar a su familia hace que las mujeres agricultoras conserven, regeneren y mejoren los genes. “… la mayoría de las agricultoras son mujeres ya que son en gran parte responsables de la selección, el mejoramiento y la adaptación de las variedades plantas”. (FAO, 1999c)
En ese mismo sentido de la confluencia ciencia y cultura, la revista Agrotecnia, nos presenta información sobre como la mujer rural cubana establece criterios para la conservación de una u otra semilla y para determinar que recurso genético será considerado en una siguiente etapa de sembrío. Es así que para la mujer rural cubana una semilla es válida siempre y cuando los cultivos primitivos y locales contengan alto valor nutritivo ya que forman parte del alimento básico para la familia. Así mismo una semilla es válida si cumple con la propiedad de adaptabilidad a diferentes pisos ecológicos. Estos criterios son fijados en la etapa de la post cosecha y después de haber preparado los alimentos en base a dichos productos.
Así mismo la mujer rural cubana garantiza que esta sabiduría no se pierda en el tiempo por ello la transmisión de este saber lo hace de generación en generación y de manera vivencial ya que hace que los niños y las niñas participen directamente en el trabajo agrícola, asegurando así el mantenimiento in situ de la diversidad en las fincas[3].
Ahora bien, en el caso de Guatemala, en el departamento de Huehuetenango región con una vasta diversidad cultural y recursos genéticos vegetales, la mujer transmite de manera intergeneracional a través de la oralidad, los saberes y/o formas de cuidar, reproducir y garantizar la conservación de la semilla.
Para la mujer Huehuetenanga la conservación de la semilla está ligada al factor humano, las semillas tienen que ser sanas y nutritivas por ello realiza prácticas tradicionales como las ritualidades en todo el proceso de cultivo del maíz, en estos actos las mujeres se armonizan agradecen y solicitan permiso a las deidades de la agricultura, la tierra y del maíz para el cultivo del producto.
La calidad de la semilla se da en la post cosecha a través de la preparación de los alimentos y bebidas después de comprobar el sabor, color, textura, maleabilidad y duración de los alimentos4.
Song y Manicad realizaron estudios de casos en las aldeas de Wentegn y Zhichen[4] y demostraron que las mujeres fueron las que decidieron cultivar el maíz mexicano Tuxpeño convirtiéndolo en un cultivo local. La semilla de este maíz se introdujo en la agricultura China el año 1978 como constituyente para mejorar las variedades y combinaciones de híbridos.
Las mujeres de Westeng regeneraron al Tuxpeño por sus propiedades de adaptabilidad, estabilidad y tolerancia al stress al ver que su gobierno les suministraba semillas de pobre calidad (no se adaptaban a los sistemas agrícolas en las altas montañas) generando el hambre y la pobreza en esa parte de la región.
Las técnicas tradicionales que utilizaron estas mujeres para la regeneración del Tuxpeño fueron aprendidas de sus padres o directamente ellas de los llamados “científicos descalzos”[5] durante la época de Mao. Seleccionaron las mejores plantas en el campo es decir de espigas, mazorcas grandes, número de filas de semillas, granos de la parte media de la mazorca de acuerdo al tamaño del germen, forma, calidad y el color lo que les permitió conservar, mejorar y convertirse en fuente de semillas de calidad del Tuxpeño.
En el caso de Perú, estudios realizados por Ana de la Torre[6] en la región de Cajamarca, nos demuestra que la mujer agricultora utiliza técnicas de selección y conservación de las semillas aprendidas de sus padres de manera natural y directa. Toda la familia participa en las actividades agrícolas pero la selección de semillas y su utilización de la variedad recaen directamente en la mujer, quien considerando criterios como las necesidades alimenticias de la familia y el excedente para la venta o trueque administra de manera responsable la semilla para la siguiente etapa de sembrío.
La conservación y la producción in situ se realiza en las ferias tradicionales de los caseríos llamadas ferias de la semilla, ahí las campesinas y los campesinos exponen la mayor variabilidad de semillas que tienen, así como el conocimiento más completo en cuanto a producción, conservación y uso de cada una de ellas, la mujer hace evidente su conocimiento en la preparación de los alimentos para la familia haciendo uso de las variedades de la papa.
De la Torre nos dice que las campesinas son las que cuidan las semillas nativas a ellas recurre la comunidad cuando por diversos factores se pierde un determinado recurso genético. Las más ancianas son las encargadas de la propagación de papa mediante semillas botánicas, como un medio de incrementar la diversidad y de allí seleccionar nuevas variedades (IBPGR, 1991).
Las mujeres cajamarquinas aplican sus técnicas tradicionales al seleccionar las variedades de papa. Las papas “rajadas” las cocina inmediatamente, las grandes y sanas las destina para la alimentación de la familia, las regulares y sanas para la semilla y las más pequeñas y manchaditas para la preparación de la papa seca.
Como podemos ver, las mujeres semillas en todas las culturas campesinas del mundo juegan un papel valioso en la conservación de los cultivos que son finalmente el sustento para la vida humana.
Sin embargo, esta confluencia ciencia-cultura y/o prácticas tradicionales son desconocidas por las industrias alimenticias que con el afán de monopolizar, elaborar semillas descartables e imponer el monocultivo ponen en peligro a la agricultura familiar y toda la sabiduría-espiritualidad que en ella está presente. El desconocimiento llega a tal punto que las mencionadas empresas no reconocen a las que generaron y produjeron las semillas y terminan patentándolas.
“… las semillas, que normalmente habían sido almacenadas y producidas por las mujeres, se han convertido ahora en “propiedad intelectual” de las grandes empresas químicas; en la actualidad, lamentablemente estas empresas son las mayores productoras de semillas, y controlan el 73 por ciento del suministro mundial. Cuando las químicas patentan semillas, cobran derechos por esa patente, lo cual encarece el coste de las mismas” Vandana Shiva,
Entonces, desde los roles que nos toca cumplir tomemos medidas concretas:
- Reconozcamos y valoremos el aporte de la mujer-semilla en la agricultura y la biodiversidad, reconozcamos el “derecho de autoría”.
- Visibilicemos el papel de la mujer-semilla en la agricultura y en la economía del país. Acaso no ¿se exportan semillas y cultivos? ¿se genera movimiento económico en los mercados y supermercados, en base a los cultivos?
- Valoremos, reconozcamos y aprendamos de la sabiduría/ espiritualidad y el respeto con que las mujeres-semillas “manejan genéticamente” a las semillas.
- Reconozcamos y valoremos que Agricultura Familiar sostienen la alimentación en algunas ciudades.
- Fortalezcamos la Agricultura Familiar, sana, nutritiva, ecológica, y las prácticas tradicionales de trabajo a pequeña escala ya que si se les asocia de manera viable con la oferta y la demanda contribuiría a la mejora de la economía familiar y al mercado.
- Promover la Agricultura Familiar y local porque a través de ella se fortalecen los principios de convivencia entre los miembros del ayllu: la reciprocidad, el ayni, la minka, así como los lazos intergeneracionales, abuelos, abuelas, nietos, nietas, hijos, hijas, padres y madres.
- Apostar por chacras diversificadas y productivas ya que constituyen una fuente de alimentación para la misma familia.
- Consumir y pagar el precio justo por los alimentos producidos por la Agricultura familiar.
«¡Nuestras semillas y cultivos estarían más seguros en manos de las mujeres! Shiva
[1]Tapia, M &De la Torre, A. La mujer campesina y las semillas andinas
[2] Las mujeres guardan las sagradas semillas de la biodiversidad. Vanaja Ramprasad
[3] El papel de género en la selección de semillas en fincas rurales de Cuba. Instituto de investigación
Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT). Revista Agrotecnia de Cuba
[4] Leticia Diaz Enma, Azurdo César., Roma, 2001. El papel de la mujer en la conservación de los recursos genéticos del maíz en Guatemala. Género y manejo de los recursos genéticos. Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación. Instituto Internacional para los recursos filogenéticos.
[5] Los médicos descalzos son campesinos que han recibido un entrenamiento médico y paramédico mínimo y básico y que trabajan en pueblos rurales en la República popular de China. Su propósito es llevar cuidados médicos a las áreas rurales en donde los doctores entrenados no se establecerían. Ellos promueven la higiene básica, atención preventiva de la salud, planificación familiar, y tratamiento de enfermedades comunes. El nombre proviene de los granjeros sureños, quienes trabajan a menudo descalzos en los arrozales. Enciclopedia Wikipedia.
[6] De La Torre Ana recordada antropóloga cajamarquina Resalta el conocimiento práctico que tiene la mujer en cuanto al manejo de los recursos genéticos y su responsabilidad en la transmisión de las nociones y habilidades.
las mujeres poseen muchas habilidades que uno hasta abeces lo ignoramos como hombres sin pensar que lo importante que son para la humanidad y como tambien en la sociedad