Las reflexiones sobre una escuela pertinente para las poblaciones indígenas se ha dado desde diversas disciplinas. Los lingüistas y antropólogos primero y los educadores después, han pensado mucho sobre el asunto y han implementado sus propuestas educativas. “A pesar que las propuestas para mejorar la calidad y equidad no son nuevas, es poco lo que se ha avanzado en esa línea. Si bien en parte esto se debe a decisiones políticas, la ausencia de información sobre los mecanismos para mejorar los rendimientos estudiantiles, y el poco conocimiento de las formas de producción de las desigualdades educativas tampoco contribuyen al objetivo de mejorar la calidad y equidad» [1]
Ese poco conocimiento se debe, fundamentalmente, a que la EIB ha sido vista desde afuera. Me acuerdo que una vez mi prima Mónica, que es educadora, me dijo: “por qué los «inteligentísimos» del ministerio, en lugar de estar hablando tanto, no escuchan lo que siente un niño cuando le enseñan en una lengua que no sabe y se le humilla por ello? Eso que es tan obvio es lo que ha faltado hacer cuando se ha hablado de EIB: “pensarla desde adentro.” Las cosas están cambiando, por suerte, y ya la EIB deja de ser un asunto del que hablan (exclusivamente) personas que se refieren a los pueblos indígenas como “ellos” para ser una reflexión de los que cuando hablan de los pueblos indígenas dicen “nosotros.” Lee el resto de esta entrada »