En Canadá, desde el siglo XIX hasta los setentas, los niños indígenas eran separados de sus padres y obligados a asistir a internados de escuelas para “integrarse a la sociedad oficial”. En esas escuelas se les prohibía hablar su lengua ancestral, se les separaba de sus padres, de sus abuelos, de sus culturas y se abusaba de ellos psicológica, física y sexualmente. El 11 de junio el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, pidió disculpas a los indígenas por los maltratos recibidos. El 13 de febrero de este año, el gobierno de Australia también pidió perdón a los aborígenes por “la generación robada” (ver aquí). (¿Algún día pedirá perdón el estado peruano?)

Escrito por Nila Vigil 