(Este post tenía otro título que he cambiado para hacer la cosa más «objetiva». Además, la carta que antes remitía a otro blog que ya no existe se ha añadido al final. por lo demás, sigue todo igual)
Leí en el blog de Roberto Zariquiey que el profesor Luis Miranda Esquerre ha sido acusado de haberse plagiado el libro de Coseriu «Textlinguistik» y presentado como suyo con el título «Introducción a la lingüística del texto» (Editorial Universidad Ricardo Palma, 2002 ). Por lo que veo, este hecho ya lo había señalado Óscar Loureda Lama cuando a raíz de la edición crítica de “Lingüística del Texto”, sostuvo en una entrevista:
“En 1983 Ana Agud Aparicio realizó una traducción al español de la edición de Jörn Albrecht. Cuando la recibió, Coseriu comenzó a corregirla, pero apenas un par de páginas de la traducción fueron revisadas sistemáticamente. Hasta hoy durmió el sueño de los justos. La publicación anunciada, en efecto, no llegó a ver la luz; más exactamente, sólo se difundió entre un reducido grupo de discípulos de Coseriu que pudieron utilizar la traducción para conocer el texto alemán. Para ser precisos, esta traducción sí vio la luz: el libro publicado bajo el título Introducción a la lingüística del texto por Luis Miranda Esquerre (Lima, Universidad Ricardo Palma, 2002) es un volumen coincide casi exactamente con la traducción hecha por Ana Agud.”
Como se ve, el asunto se conocía desde antes y por lo visto, Miranda se aprovechó del hecho de ser uno de los pocos que accedieron a la versión castellana del libro. Feo como se comportó el discípulo con su maestro y con Ana Agud. Roberto ha publicado en su blog la carta en la que el director del Archivo Coseriu, Profesor Johannes Kabatek, denuncia de plagio a Luis Miranda Esquerre:
Lamentable acusación: lingüista peruano publica bajo su autoría obras de Eugenio Coseriu.
Estimados colegas:
Desde el Archivo Coseriu de la Universidad de Tubinga en Alemania nos vemos obligados a informarles de que el reciente descubrimiento de algunas publicaciones bajo la supuesta autoría de Luis Miranda Esquerre, profesor de la Universidad Ricardo Palma de Lima, nos ha causado sorpresa, primero, y extrañeza, luego. En la publicación Curso de lingüística general (Lima, Universidad Nacional Mayor San Marcos, 1993), aunque en su prólogo se reconozca la deuda intelectual en la obra de Eugenio Coseriu, se incorporan casi literalmente varios trabajos originales del profesor Coseriu sin que sean citados separadamente o integrados en alguna propuesta original. Más pasmosa es, no obstante, la publicación del libro titulado Introducción a la lingüística del texto (Lima, Ed. Universitaria de la URP, 2002), que no es más que la versión española, sin mención del autor real, de un libro de Eugenio Coseriu (ahora magníficamente editado, bajo el nombre del auténtico autor, por el profesor Óscar Loureda en la editorial Arco/Libros de Madrid): no nos parece ni suficiente ni de recibo que en el prólogo se indique que “el presente texto está basado en las lecciones que sobre lingüística del texto dio Eugenio Coseriu en Tübingen […] y las que sobre el mismo tema dictó en la UNSA”, pues, en realidad, no “se basa”, sino que se corresponde enteramente, párrafo a párrafo – salvo las adendas 6 y 7, APENAS SIETE páginas de un total de 219– con una versión manuscrita no autorizada del texto original alemán, versión que en 1983 confeccionó la profesora Ana Agud, de la universidad de Salamanca. Desde la distancia es difícil perseguir jurídicamente lo que en el ámbito académico constituye uno de los mayores delitos intelectuales y morales; pero desde el Centro de Investigaciones Eugenio Coseriu, depositario del legado científico del lingüista –y de los derechos editoriales de su obra–, cuando menos queremos dejar constancia pública de lo ocurrido, para que el mundo académico peruano e internacional conozca la autoría verdadera de las obras mencionadas. Reciban un cordial saludo.
Realmente vergonzoso. No se me pasaría nunca por la mente que el profesor Miranda hiciera este tipo de cosas.
Increíble y vegonzoso, me sumo a Ernesto. Espero que Luis Miranda se manifieste de alguna manera, aunque lo dudo.
Sí pues muy vergonzoso una falta de ética total de Miranda
Voy a autoplagiar un comentario (está demás que diga ‘mío’) publicado en el blog de Roberto Zariquiey, y procederé de ese modo ya que lo que tengo que decir aquí es en el fondo lo mismo que dije en el blog mencionado. Lo haré, sin embargo, con algunas muy leves modificaciones. Aquí va:
Las acusaciones son muy serias; y antes de asumir la verdad que pretenden las mismas, debemos informarnos bien y dar al acusado la oportunidad de defenderse. La carta de quien acusa, Johannes Kabatek, señala puntualmente, por ejemplo, que el libro publicado por el Dr. Miranda con el nombre de Lingüística del Texto el año 2002 no es sino un plagio del libro de Coseriu publicado en castellano el año 2007 (versión de un texto original en alemán del año 83: Eugenio Coseriu, Lingüística del texto. Introducción a la hermenéutica del sentido, edición, anotación y estudio de Óscar Loureda Lamas, Madrid, Arco/Libros, 2007). Antes de tirar la piedra, habrá que cotejar ambos libros y confirmar si lo que dice Kabatek es cierto o simplemente se trata de una artera calumnia, tan repudiable como el plagio que pretende denunciar.
Lo que me sorprende, tanto en este blog, en el de Roberto Zariquiey y en Joel Zavala así como en los comentarios, es que quienes se han manifestado al respecto lo han hecho de modo irresponsable, tomando como suficiente el criterio de autoridad que representa la denuncia de alguien que habla en nombre del archivo Coseriu.
Nada de lo que aquí digo conduce lógicamente a asumir que el Dr. Miranda es sin duda inocente del cargo que se le imputa (aunque no olvidemos que en un mundo donde prevalece el derecho uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario). Aquí solo pretendo señalar que asumir la verdad de una acusación implica haber corroborado los hechos. Y no me cabe duda de que nadie en sus comentarios aquí ni en los posteos que los han originado se ha dado el trabajito de hacer el cotejo.
En fin. Ojalá no se diga sobre mí que defiendo a un plagiario. Defiendo la responsabilidad frente a una acusación. Incluso si nos llega a constar que el Dr. Miranda cometió plagio, ello no limpia la irresponsabilidad perpetrada por quienes adelantaron opinión, confiados apenas en el criterio de autoridad y no en los hechos.
Lamento mucho la situación en la que se encuentra el Dr. Miranda, y lo lamentaré aún más si se demuestra la acusación; pero también lamento comprobar que varias personas hayan dado una opinión tan fácilmente sobre un tema tan pero tan delicado.
Frido Martín
Frido,
la denuncia viene del Archivo Eugenio Coseriu, de la Universidad de Tübingen, que, como dice Wikipedia: «alberga sus cartas, libros y documentos originales (muchos inéditos) y es actualmente gestionado por Johannes Kabatek, su discípulo, y Óscar Loureda». Si no les das crédito y crees que Kabatek puede ser capaz de «tan artera calumnia», bueno es tu opinión.
No me parece una acusación irresponsable porque yo sí les doy crédito a quienes tienen a su cargo el archivo Coseriu. Sinceramente, no creo que Kabatek, Loureda o Ana Agud hayan decidido confabular contra Miranda. Es un asunto que, según me han dicho de manera privada personas que merecen toda mi crediblidad, se conocía desde antes. ¿Por qué no creerle a los responsables del archivo Coseriu?
Nila:
Vamos por partes. En primer lugar, no hay nada en lo dicho por mí que sugiera que Kabatek puede ser capaz de «tan artera calumnia». He expresado textualmente lo siguiente: «antes de tirar la primera piedra, habrá que cotejar ambos libros y confirmar si lo que dice Kabatek es cierto o simplemente se trata de una artera calumnia, tan repudiable como el plagio que pretende denunciar».
En segundo lugar, decir que uno le da crédito a Kabatek por el solo hecho de estar a cargo del archivo Coseriu sigue siendo una falacia de autoridad (argumentum ad verecundiam) monda y lironda; y sobre la base de tal ‘argumento’ no se puede acusar a una persona. Es así de simple.
A lo sumo, lo único que la privilegiada situación de Kabatek nos puede hacer pensar es que es muy probable que quienes tienen acceso al archivo Coseriu tengan los elementos necesarios para poder comprobar si el libro del Dr. Miranda es un plagio de Coseriu. Aún así, de ello NO se sigue con rigor lógico «Miranda es culpable de plagio», proposición que la mayoría de blogs han hecho suya: véanse a propósito de ello los titulares de los posteos en diversos blogs (blog de Joel Zavala: «Plagiaron a Eugenio Coseriu»; blog de Nila Vigil, lamentablemente y para mi sorpresa en el mejor estilo de la prensa amarilla: «Piratas en la Richi»). Más cauteloso en el titular -aunque no en el cuerpo del posteo- es Zariquiey: «Lamentable acusación: lingüista peruano publica bajo su autoría obras de Eugenio Coseriu». Un lingüista argentino hace eco de lo publicado en el posteo de Nila y presenta la noticia como «Plagio de Textlinguistik (1980) de Eugenio Coseriu». El cuerpo de su posteo, sin embargo, es más cauteloso y no refrenda lo prometido en el titular: tan solo se limita a dar cuenta de la existencia de una acusación. Véase: http://discurso.wordpress.com/2008/09/22/plagio-de-textlinguistik-1980-de-eugenio-coseriu/
Finalmente, es el Dr. Miranda mismo quien tiene el derecho de asumir su defensa, así como es un deber de los demás escucharlo, antes de arrojarle piedras, como veo que en cargamontón han procedido. O la competencia pragmática de tales personas (sorprendentemente lingüistas) anda fallando, en especial la máxima de Calidad de
Grice (y su segunda submáxima): «No diga nada de lo que no tenga pruebas adecuadas» (ellos seguramente retrucarán: «Como yo no las tengo, confiaré en los especialistas; como los especialistas son los del Archivo Coseriu y ellos dicen que Miranda es plagiario, yo asumo como verdadera la acusación»), o lo que es peor (y parece ser el caso): lo que falla en ellos es su calidad moral (otro módulo de la mente).
A ver, pues, quién me contesta esta vez.
Frido Martín (o Marco Young, para que no digan que me oculto en un seudónimo)
El profesor Miranda tiene este blog abierto si desea desmentir la acusación
Frido:
Pensé no contestarte porque consideré ofensivo tu comentario: «lo que falla en ellos es su calidad moral«- Según tú algo anda mal con un módulo de nuestra mente. Somos unos inmorales por creer en la palabra de Kabatek. A mi juicio, confiar en alguien no es ser inmoral o irresponsable. Yo no necesito corroborar todo lo que me dicen. Aunque sé que no siempre la confianza es suficiente, prefiero equivocarme con algunos a dudar de todos. Como dije en mi comentario anterior, el hecho me fue confirmado por personas que merecen toda mi credibilidad. Tengo derecho a confiar en la honestidad de Kabatek y ello no es argumentum ad verecundian. Tú tienes derecho a dudar de su honestidad y pedir pruebas. No es mi asunto calificar tu desconfianza. Ni me interesa desviar el punto central de mi post. No es amarillismo llamar al pirata “pirata.” Mira, aquí te pongo un ejemplo chiquito del índice:
Texto de Coseriu: 1. Einfuhrung in die Problematik einer Linguistik des Textes
Texto de Miranda: 1. Introducción a la Problemática De Una Lingüística Del Texto.
Texto de Coseriu: 1.1.Erkenntnisinteresse und Gegenstand möglicher Textlinguistik. Verschiedene Begriffe des Textes.
Texto de Miranda: 1.1. Interés por el conocimiento y el objeto de las posibles lingüísticas del texto. Diferentes conceptos de «texto.»
Puedes cotejar todas las páginas disponibles de Textlinguistik con el libro de Miranda y quizá verás que lo que dice Kabatek de que el libro de Miranda: “se corresponde enteramente, párrafo a párrafo – salvo las adendas 6 y 7, APENAS SIETE páginas de un total de 219– con una versión manuscrita no autorizada del texto original alemán” es cierto.
Pido disculpas si mi comentario fue ofensivo; pero nuevamente debo decir que se está pretendiendo que yo dije lo que no dije. En ninguna parte de mis mensajes expreso ni doy a entender que creer en la palabra de Kabatek hace inmoral a uno. Lo inmoral es ACUSAR a una persona sobre la base de la mera confianza que uno deposita en alguien excluyendo la posibilidad de defensa al acusado. Aquí yo, contra la corriente del cargamontón que algunas personas protagonizan contra Miranda -tanto lingüistas foráneos como de la Católica y San Marcos-, vengo a defender un principio, no tanto a una persona. Si por la defensa de un principio se ofenden, me temo que ustedes me seguirán viendo ‘ofensivo’ por más disculpas que yo presente.
Pero, bueno. Les comunico que el Dr. Miranda ha tenido la ambilidad de ponerse en contacto conmigo. En su última comunicación me envía la carta que le ha enviado al Dr. Kabatek y me autoriza a hacerla pública. En ella el Dr. Miranda expresa su sorpresa por la carta acusatoria del Dr. Kabatek y da sus explicaciones por la circunstancia sobre la cual todos aquí estamos tan pendientes. Ustedes juzguen. Aquí va:
De: «Luis Miranda»
Para: semperfridus@yahoo.es
Marco:
Esta es la carta que le he enviado a Kabatek, la he escrito rápidamente apenas me enteré de la suya.
Saludos,
Luis Miranda
————-
Herr Professor Doktor Johannes Kabatek
Distinguido colega:
He leído su carta no sin sorpresa, pues, suponía que Ud. conocía desde hace años esos textos, que supongo están en la biblioteca del Dr. Coseriu, pues, yo se los he entregado personalmente cuando él nos visitó en la Universidad Ricardo Palma (Lima-Perú), adonde vino en varias oportunidades.
La idea era de utilizar la enseñanza del maestro y ponerla al alcance de estudiantes que de otra manera no podrían acceder a ella; en el texto se dice claramente que están basadas enteramente en la obra de él, capítulo por capítulo, pero acomodadas a las necesidades de los estudiantes a las que iban dirigidas y, además, anotadas en base a estudios posteriores.
En cuanto a la Lingüística del Texto, aquí al estar el libro en alemán, era inaccesible a mis alumnos. Desconozco la traducción de la profesora Agnud (a quien no conozco sino a través de algún texto publicado en Gredos). Sí conocía que había una traducción que fue publicada o iba a publicarse en la Argentina, indagué con algunos colegas de ese país pero no obtuve la información. Me he basado enteramente en la versión alemana y, como señalo en el libro, en las lecciones que dió el maestro en la Universidad de Arequipa a las que asistí. Más bien, el mismo Dr. Coseriu trajo a Lima la traducción italiana, la que me entregó para sacarle una fotocopia y poder compararla con mi traducción.
También le entregué una copia al profesor Oscar Loureda cuando estuvo en Lima; es más, me pidió el colega que le enviara un ejemplar para sus alumnos. El amigo Loureda me informó hace poco que había hecho una nueva traducción de la Lingüística del texto y que ha sido publicada en España. Supongo que su trabajo es mejor que el mío: él ha estado más cerca del maestro y tiene a la mano mejor información que la que tenemos aquí en el Perú.
Creo que el Dr. Coseriu tenía suficiente confianza en mí como para decirme que no aprobaba las versiones que había hecho para mis alumnos y, entonces, no hubiese proseguido con su publicación, pues, entre uno y otro texto hay una distancia de casi diez (10) años. El Dr. Coseriu vino a Lima a través de una invitación que yo le hice y siempre me demostró especial aprecio, lástima que ahora él no pueda aclarar esta situación.
Los textos figuran bajo mi nombre porque soy el responsable de la versión y, además, he hecho algunas modificaciones (añadidos, sobre todo) en función de los objetivos del libro: ser un manual. Y en el caso de la Lingüística del texto, la traducción la he hecho yo, lo que me hace responsable de los errores cometidos, pues no soy traductor.
Me hubiese gustado que antes de publicar su carta me hubiese contactado para conocer los pormenores de los hechos.
En el Prólogo del libro señalo con absoluta claridad:
«Las líneas que siguen están basadas enteramente en la concepción teórica y metodológica de Eugenio COSERIU, creemos que el profesor de Tübingen ha sentado con esclarecedora precisión los fundamentos de la Ciencia del Lenguaje, lástima que entre algunos especialistas, por chauvinismo o por intereses de «capillas», se desconozca su singular aporte. Hemos obviado, en general, las citas para no recargar el texto, que en muchas partes sigue ad pedem litterae al sabio de origen rumano. Al final de cada tema indicamos la bibliografía utilizada. Se trata básicamente de una antología coseriana.»
Qué más se puede decir sobre la autoría.
No hubiese sido difícil para quien conoce bien la obra coseriana darles vuelta a los textos del maestro para que no aparezcan tal como él los escribió.
Bueno, es una pena que esto haya sucedido; pero me consuela que el maestro no lo hubiese aprobado, pues conocía bien los hechos que jamás le oculté. Los textos fueron publicados en vida de él, y es más, en una ciudad en la que estuvo varias veces antes de morir y en un círculo de lingüistas tan pequeño que difícilmente hubiesen pasado desapercibidos.
Cordiales saludos,
Dr. Luis Miranda
No, Frido, nosotros no lo acusamos. Hemos hecho pública una denuncia porque consideramos que no es correcto que Miranda publique un libro de Coseriu como suyo. Lo que es inmoral es el robo intelectual y había evidencias de que era cierto.
En la carta al profesor Kabatek, Miranda reconoce que se trata de la traducción del libro de Coseriu. Bien, si la cosa es así el prólogo donde se dice: «Las líneas que siguen están basadas enteramente en la concepción teórica y metodológica de Eugenio COSERIU» no es correcto. El texto NO SE BASA EN ni ALGUNAS PARTES siguen pedem litterae lo escrito por Coseriu. El texto es la versión castellana del libro de Coseriu que Miranda publicó como suyo.
No, no han hecho uds. (Roberto, Nila, Joel ni Federico Navarro) una acusación formal (que yo sepa tampoco Kabatek ha llevado esto a los tribunales), pero sí han dado por hecho el contenido de la acusación que hace Kabatek en su carta sin esperar que Miranda se pronuncie al respecto ni cotejar los textos. El hecho de que tú, Nila, hayas permitido publicar la versión de Miranda y que hayas mostrado algunas correspondencias entre los libros de marras no te salva: eso lo hiciste DESPUÉS de haber lanzado la piedra. Eso no es juego limpio. Y en cuanto a dar por sentada la acusación es algo que salta a la vista en el titular de tu primer posteo sobre el tema: «Piratas en la Richi», en el más puro estilo de la prensa amarilla. Que ahora me vengan con la misma argucia retórica frecuente en cierta prensa diciendo que nunca hubo una acusación sino la imparcial transmisión de una acusación es algo que debería darte vergüenza decir, en especial como lingüista que habla frente a otro lingüista.
Si la carta del Dr. Miranda al Dr. Kabatek no convence, lo correcto es exponer las razones por qué no te convence. Yo mismo me he quedado con algunas interrogantes que antes de lanzar en público plantearé personalmente al Dr. Miranda. Ahora, creo que puede ser de ayuda citar algunas palabras del Dr. Miranda en la última carta que me envía:
domingo, 28 septiembre, 2008 7:26 PM
De: «Luis Miranda»
Para: «Marco Antonio Young Rabines»
Marco:
[…]
A quienes reprodujeron la carta de Kabatek sólo les interesa el escándalo y dañar la reputación de las personas; lamentablemente, es el deporte favorito de nuestros compatriotas. Me da mucha pena que entre esas personas haya gente que ha cursado asignaturas conmigo y suponía que me conoce bien.
Por eso, no intenté en un principio aclarar las cosas con ellos sino con Kabatek, que es el causante de todo este lío.
Como tú dices, se han lanzado al ruedo sin tomarse el trabajo de comprobar si las acusaciones eran ciertas. Ninguno de ellos conoce los textos que Kabatek comenta, inclusive hay alguno por ahí que dice que no compró el libro porque adivinaba lo que pasaba. ¡Qué tal argumento!, que por otro lado, es una confesión plena de que desconoce los textos que comenta Kabatek.
Ya he recibido la respuesta de Kabatek que insiste en algunos puntos hasta el absurdo, aunque ahora menos enfáticamente; me dice que por qué no publiqué una antología, cuando en el texto se dice claramente que es un antología. Insiste en que la autoría de la Lingüística del texto debió señalarse y eso es lo que hago.
Hay datos que obvia maliciosamente, por ejemplo, las fechas de los libros que comenta, mientras que sobre la versión de Loureda que es posterior a la mía da todos los datos (título, autor, editorial, año). Además, Loureda conocía mi versión, pues le regalé un ejemplar en Lima y desde España me pidió que le enviara otro para sus alumnos (todo gratis, por supuesto). No da tampoco los datos sobre la invisible traducción de Agud. No dice que el libro en que basé mi versión de la Lingüística del Texto no es un escrito de Coseriu sino apuntes de clase de Albrecht.
Se olvida de que existen otros textos, no pocos, publicados por los alumnos de Coseriu, que yo he consultado en la biblioteca del Goethe de Lima: uno sobre la gramática generativa, otro sobre la lingüística estructural, otro sobre la semántica estructural, otro sobre la filosofía del lenguaje, etc. ¿Por qué sucedía esto? Simplemente porque como lo saben pocos, sólo aquellos en los que Coseriu tenía plena confianza, el maestro no usaba computadora, ni siquiera máquina de escribir.
[…]
Un abrazo,
Luis Miranda
Frido,
Según tú acusé sin pruebas. Cuando he señalado cuáles eran para mi las pruebas que me llevaron a dar por cierta la acusación, no te han satisfecho (y me has dicho que soy inmoral). Cuando he dado una prueba que sí te puede ser satisfactoria, me dices que la he dado DESPUES de acusar (y que por lo tanto juego sucio). Bueno, sobre tu frase «eso no te salva» quiero decirte que no he buscado tu absolución.
Ah olvidaba esta frase: «Que ahora me vengan con la misma argucia retórica frecuente en cierta prensa diciendo que nunca hubo una acusación sino la imparcial transmisión de una acusación es algo que debería darte vergüenza decir, en especial como lingüista que habla frente a otro lingüista.»
No te venimos con nada, Frido. No es argucia retórica. Quise precisar los hechos al decir que lo que yo hice fue hacer pública la denuncia. En ningún momento he dicho que lo que» ha habido es la imparcial transmisión» No, imparcial nada. Mi «transmisión» es bien parcializada. Yo no creo que exista la imparcialidad NUNCA. Yo no informo los hechos, lo que hago es HACER PÚBLICA UNA DENUNCIA QUE CREI CIERTA. Nada de lo que he dicho en mi post ni en los comentarios me da vergüenza.
Miranda admite en la carta a Kabatek que se está ante la versión en castellano del libro de Coseriu. El error de Miranda estuvo en publicar un libro en el que se puso como autor y no como traductor. Eso es piratería.
Me parece que la posición del Profesor Miranda es todavía delicada por decir que su manual se basa en la obra de Coseriu, cuando es una antología y traducción. Ahora, en la carta última que reproduce Firdo, ¿quiere decir el Sr. Miranda que Coseriu dejaba sus manuscritos en manos de personas de su entera confianza para que porcediesen a publicarlos con su implícita autorización? Si es así, Coseriu tenía todo el derecho de transmitir su trabajo de la manera que mejor le pareciese.
Lo que no me queda totalmente claro (porque no he visto el libre de Miranda y no sé alemán para revisar el original de Coseriu) es por qué no se hizo este manual de Lingüística del Texto más claramente como un libro cuya autoría es de Eugenio Coseriu y cuyo editor y traductor fue Luis Miranda. Eso es lo único que debe ser aclarado totalmente. Ahí se puede ver si el problema es producto del celo exagerado de los albaceas intelectuales de Coseriu, de un poco de indolencia del Sr. Miranda, o, lo peor, de un caso de plagio.
En ese sentido, creo que sería justo reconocer que fue precipitado afirmar que hay piratería o plagio.
[…] Justamente, reproduzco aquí la carta que Luis Miranda dirige a Kabatek (y a la comunidad científica, claro), tomada del blog de Nila Vigil. […]
Solo de leer este fragmento, no pude contener mi indignación:
«Los textos figuran bajo mi nombre porque soy el responsable de la versión y, además, he hecho algunas modificaciones (añadidos, sobre todo) en función de los objetivos del libro: ser un manual. Y en el caso de la Lingüística del texto, la traducción la he hecho yo, lo que me hace responsable de los errores cometidos, pues no soy traductor.»
¿Desde cuando los traductores pueden acreditarse la autoría de un texto? Aunque no soy tan buen lector como muchos de ustedes, sé que hay unas funciones en los libros que se llaman ANOTACIONES, ya sea en pie de página o al final de los libros, ¿verdad? Si el señor Miranda hizo modificaciones, ¿no podía anotarlas y, así, aclarar que eran suyas?
Ahora, si algunos se escandalizan por llamar a esto «plagio», yo no lo haré. La etiqueta no importa, si quieren lo llamamos «Juan» o «Pedro», el caso es que es un hecho grave que, de no ser severamente amonestado, podría dejar antecedentes. Siguiendo este ejemplo del señor Miranda, mañana mismo cualquier persona con cierto dominio en otra lengua podría traducir a cuanto intelectual le parezca y, con la excusa de que ha añadido comentarios y que la traducción es suya -que, por eso, es responsable de los errores-, se adueñaría de la autoría. Definitivamente, este acto de «Juan» o «Pedro» (recuerden que no quiero llamarlo «plagio» porque alguno podría sentirse ofendido) es repudiable se mire por donde se mire.
Roberto García
DNI 10812622
[…] de su respuesta al profesor Kabatek, y le ha autorizado publicarla como comentario a mi post “Piratas en la Richi”. En este post me referiré a unos párrafos del correo que a mi juicio evidencian que hubo un […]
Hola,
A muchos no les gustan las personas que no hablan a media voz. Nila ha dado sus razones por las que ha denunciado algo y ahora tú, Frido, le dices que la cosa debería darle vergüenza a Nila. Ella ha sido muy clara en sus comentarios. En el que provoca que tú la tildes de sinverguenza dice: «hemos hecho pública la denuncia porque consideramos que no es correcto que Miranda publique un libro de Coseriu como suyo» Nila se reafirma en lo que ha sostenido, no dice que son otros los que consideran que el señor Miranda ha hecho el plagio y que ella no piensa así. Al contrario, dice muy claro que hay evidencias de que Miranda cometió un robo intelectual. Yo no soy lingüista y quizá por ello no entienda porque una lingüista que habla frente a otro lingüista debe tener vergüenza.
Creo que con tus comentarios, Frido, respecto a las personas que han publicado esta denuncia en su blog ,lo único que has pretendido es desviar la atención respecto al tema que se trata en el post. bien porque este señor te caiga bien o por lo que sea.
No me parece de lo más respetuoso entrar insultando a las personas de la forma que lo has hecho, tratándolos de inmorales, de enfermos mentales (eso entendí cuando señalaste que algo fallaba en el módulo moral de su mente) y ahora, por último de sinvergüenza a Nila.
un saludo
Rosa:
A mí tampoco me gustan las personas que hablan a media voz. No es eso, pues, lo que me disgustó de la actitud de Nila en su primer posteo sobre el tema que aquí nos convoca así como en sus respuestas a mis comentarios. Lo que me pareció incorrecto fue que ella asumiera la pretención de una acusación solo por la autoridad del acusador sin dar en ese momento las pruebas (FALACIA DE AUTORIDAD) ni dar la oportunidad de defensa al acusado (y lo mismo he dicho sobre los otros administradores de blogs que han hecho lo mismo que ella, con matices según el caso particular, claro está). Todo lo demás que puedo haber dicho -quizá de una forma muy agria, lo reconozco- tiene que ver con ello. Eso no es insultar. El insulto es un acto gratuito, es decir, no justificado racionalmente. Mi calificación concreta de su conducta se basa sobre razones, no hay nada puramente emocional y arbitrario de por medio.
Se me acusa de insultar. Yo ya he rebatido esa acusación. Todo empezó con lo que dije en mi primer comentario al posteo original de Nila:
«Lo que me sorprende, tanto en este blog, en el de Roberto Zariquiey y en Joel Zavala así como en los comentarios, es que quienes se han manifestado al respecto lo han hecho de modo irresponsable, tomando como suficiente el criterio de autoridad que representa la denuncia de alguien que habla en nombre del archivo Coseriu.
Nada de lo que aquí digo conduce lógicamente a asumir que el Dr. Miranda es sin duda inocente del cargo que se le imputa (aunque no olvidemos que en un mundo donde prevalece el derecho uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario).»
Ha sido DESPUÉS de hacer eco a la acusación del Archivo Coseriu que Nila ha tenido la gentileza de proporcionar elementos que sí sirven para una argumentación, y solo DESPUÉS de ‘sentenciar’ al Dr. Miranda como ‘pirata’ que ella le ha dado la oportunidad al acusado de presentar su versión de los hechos. En ninguna parte del primer posteo Nila siquiera prometió dar las pruebas de los señores del Archivo Coseriu ni ofrecer al Dr. Miranda la oportunidad de descargos. Para ella todo estaba ABSOLUTAMENTE claro. Esa actitud yo la califiqué de «no jugar limpio». ¿No es acaso lo moral lo que falla en ello? ¿Es eso ‘insultar’?
Como dije en otro comentario, «si por la defensa de un principio se ofenden, me temo que ustedes me seguirán viendo ‘ofensivo’ por más disculpas que yo presente».
Lamentablemente, hay personas que tienen éxito público pretendiendo que solo se defiende a personas y no principios (¿a qué etapa del desarrollo de la conciencia moral de Kohlberg corresponde tal visión?, habrá que preguntárselo a una experta en el tema como Susana Frisancho). Yo aquí me he manifestado en la defensa de principios más que de personas. Y como veo que me acusas, además de insolente, de desviar la atención del tema central, mejor acabo aquí, que felizmente Nila ya introdujo elementos serios para una discusión alturada, y de eso se trata.
Un saludo,
Frido Martín
Gracias Rosa por tu comentario y apoyo.
Yo he dado mis razones por las que he dicho que el profesor Miranda ha cometido plagio.
En mi primer posteo dije que me parecía muy mal lo que hizo el profesor Miranda. Según Frido estaba yo en la obligación moral de presentar pruebas. Bien, si yo dije que Miranda era un pirata es porque así lo creí (ya en mis comentarios le he dicho a Frido que el asunto me fue confirmado por personas a quienes les creo). Si Frido consideraba que la denuncia era precipitada y que se debió presentar pruebas, pudo habérmelas pedido sin tildarme de inmoral de saque. Pero su primer comentario era claro, se presenten o no pruebas nada nos «podría limpiar de semejante irresponsabilidad.» Si alguien me hubiese demostrado que las acusaciones eran falsas, habría pedido disculpas inmediatamente al profesor Miranda por haberlo acusado injustamente.
Frido en su primer comentario me acusa de irresponsable y dice SIN PRESENTAR NINGUNA PRUEBA: «Aquí solo pretendo señalar que asumir la verdad de una acusación implica haber corroborado los hechos. Y no me cabe duda de que nadie en sus comentarios aquí ni en los posteos que los han originado se ha dado el trabajito de hacer el cotejo» Bien, siguiendo la lógica de Frido su comentario es es inmoral. A él no le cabe ninguna duda de que yo no me he dado el trabajito de cotejar los hechos. Antes de decir eso debió haberse dado el trabajito Frido de preguntarnos si lo habíamos hecho o no.
Los comentarios a todos mis posts están abiertos así que no era necesario ofrecerle a Miranda el espacio para que haga sus descargos si así hubiese querido. Lo dije en uno de mis comentarios porque ya me parecía que Frido insinuaba que no le daba a Miranda el espacio para ello. Todos los comentarios de Frido han sido publicados. Así que él sabe muy bien que ni él ni nadie necesita invitación para defender a Miranda si así lo desea.
Me gustaría que Frido tuviera la gentileza de decirme por qué no debo considerar ofensivo esto:
«Que ahora me vengan con la misma argucia retórica frecuente en cierta prensa diciendo que nunca hubo una acusación sino la imparcial transmisión de una acusación es algo que debería darte vergüenza decir, en especial como lingüista que habla frente a otro lingüista.»
Más bien, que me explique dos cosas:
1.-¿por qué debería sentir vergüenza?
2.- La vergüenza que debería sentir sería diferente si él, yo o los dos no fuéramos lingüistas sino físicos nucleares o chefs
Lo de lamentablemente hay personas,,, no lo entiendo así que ahí lo dejo.
Nila:
¡Guauu! Haré el esfuerzo de ser breve (aunque esto entre tú y yo ya me está cansando, y si ya están bien claros los argumentos del Archivo Coseriu y el Dr. Miranda puede hacer sus descargos, dejemos más bien que la discusión se enfoque en ello).
En cuanto a mi comentario que citas: «aquí solo pretendo señalar que asumir la verdad de una acusación implica haber corroborado los hechos. Y no me cabe duda de que nadie en sus comentarios aquí ni en los posteos que los han originado se ha dado el trabajito de hacer el cotejo», queda CLARO que digo que ninguno de quienes se subieron al tren de los acusadores (un tren que es todo un S-BAHN) da evidencias de tales pruebas EN los posteos ni comentarios (NADIE EN SUS COMENTARIOS AQUÍ NI EN LOS POSTEOS…). Que hayas hecho el cotejo en otro lugar, en otros intercambios de correo electrónico, etc., no es algo que el público pueda saber (¿vía hackers quizá?). Has debido hacerlo público desde el inicio o prometer, antes de acusar, que presentarías tales pruebas en un envío posterior.
Mi otro comentario que consideras ofensivo «Que ahora me vengan con LA MISMA ARGUCIA RETÓRICA FRECUENTE EN CIERTA PRENSA DICIENDO QUE NUNCA HUBO UNA ACUSACIÓN sino la imparcial transmisión de una acusación es algo que debería darte VERGÜENZA decir, EN ESPECIAL COMO LINGÜISTA QUE HABLA FRENTE A OTRO LINGÜISTA» (las mayúsculas son mías) fue una respuesta a tu comentario «No, Frido, NOSOTROS NO LO ACUSAMOS. HEMOS HECHO PÚBLICA UNA DENUNCIA[…]» (nuevamente las mayúsculas corren a mi cargo). ¿Acaso no te subiste tú (y otros administradores de blogs) al tren de los acusadores? ¿Acaso pretendes que te crea que lo tuyo fue tan solo una ‘exposición neutral’ de los hechos? ¿Por qué, pues, diste ese título a la ‘noticia’ («PIRATAS EN LA RICHI»)? ¿Es que me tomas por tonto? Lo de «en especial como lingüista que habla a otro lingüista» iba justamente en ese sentido. ¿Acaso no crees que aquello de «[…]no lo acusamos. Hemos hecho pública una denuncia[…]» es, por un lado, una mentira, y, por el otro, retóricamente tan deleznable como para que dos supuestos especialistas del lenguaje se lo tomen en serio? Por supuesto que, en el fondo, no hay mucha diferencia si fuéramos físicos nucleares o chefs. Lo mismo no dejaría de ser mentira ni retóricamente deleznable, pero ¿no crees que nosotros lingüistas estamos más al tanto de eso?
Y, finalmente, a propósito de mi «lamentablemente, hay personas que tienen éxito público pretendiendo que solo se defiende a personas y no principios», lo dije más pensando en Rosa, quien insinúa que yo desvío la atención porque Miranda me cae bien y quien te ha dado un respaldo ‘emocional’ (mas no ‘racional’), cosa última que tú, así veo, agradeces. ¿Pero qué quieres decir con eso de «[…]él (Frido) sabe muy bien que ni él ni nadie necesita invitación para defender a Miranda si así lo desea»?
Saludos,
Frido
ufffff, Frido al último de tus comentarios ,un tanto fuera de tono ,te diré que no sé si serás tonto o no ,( no te conozco) pero de lo poco que he leído de ti ,creo que no entiendes y mira que en este post se te ha intentado explicar , pero creo que pocas cosas te quedaron claras o quizá no quisiste verlas.
un saludo
Nila:
Regresando al meollo del asunto, sería bueno que publiques la respuesta que te ha enviado el Dr. Miranda y que aquí resproduzco a continuación.
Re: no es así.
lunes, 29 septiembre, 2008 4:16 PM
De: «Luis Miranda»
Para: «Nila»
CC: «Marco Antonio YOUNG RABINES», «Magda CARRANZA»
Nila:
0. Ninguna de las personas que recibieron o leyeron la carta de Kabatek me escribieron para hacerme conocer su contenido, excepto Marco Antonio Young y Madga Carranza, si no fuera por ellos no me hubiese enterado del asunto. En cambio, lo que hicieron fue difundirla rápidamente. Insisto, no soy traductor, así que no podía decir que había traducido el libro porque no es cierto, lo que he hecho a través de varios años es ir guiándome por el texto de Albrecht y otros textos de Coseriu para darles a mis alumnos una visión lo más exacta posible del pensamiento de Coseriu. Inclusive en el propio texto, p. 34 citó a Viehweger pero en alemán, pues, pensé que no podía traducirlo adecuadamente.
1. El error sería no poner en la portada el nombre de Coseriu sino el mío, pero eso no quita que al interior de esa parte del texto se diga cual es el origen de él, se trata de responsabilizarse por la edición, que contiene muchas modificaciones en cuanto a la fuente: a) descarte de la bibliografía que a esas alturas estaba totalmente desfasada y del tercer capítulo que habla de la «lingüística transfrásica», pues, ya circulaban en castellano los libros de Harald Wienrich, con un visión más actual y completa del tema; b) agregado de alrededor de 100 notas al interior del texto y a pie de página; c) agregado de cerca de 10 adendas. No es, pues, el texto que publicó Albrecht.
2. ¿Se han preguntado cómo encontró mi texto Kabatek? ¿Algún duende se lo dejó en su escritorio? ¿Cómo viajó de Lima a Tübingen? No. Lo encontró en la biblioteca que Eugenio Coseriu donó a la U. de Tübingen. ¿Por qué? Porque yo se lo había entregado en sus manos al maestro.
3. ¿Qué es lo que dice Kabatek en respuesta a mi carta?, que supongo que ya estarán difundiéndola, así que no necesito citarla. Él afirma que lo que debí publicar era una antología. Que digo yo en la primera parte del texto, en el prólogo, no en una nota al pie de página escondida: “Las líneas que siguen están basadas enteramente en la concepción teórica y metodológica de Eugenio COSERIU, creemos que el profesor de Tübingen ha sentado con esclarecedora precisión los fundamentos de la Ciencia del Lenguaje, lástima que entre algunos especialistas por chauvinismo o por intereses de “capillas” se desconozca su singular aporte.
Hemos obviado, en general, las citas para no recargar el texto, que en muchas partes sigue ad pedem litterae al sabio de origen rumano. Al final de cada tema indicamos la bibliografía utilizada. Se trata básicamente de una antología coseriana” (pp. 11-12). [Los subrayados son míos y en este mensaje.]
Es más, a esta declaración tan remarcadamente explícita, se agregan varias notas en cada capítulo:
– “La caracterización del lenguaje que hacemos aquí esta tomada enteramente de Coseriu, particularmente, de los artículos “El hombre y su lenguaje”, “El lenguaje y la comprensión de la existencia del hombre actual” y “La creación metafórica en el lenguaje, del libro COSERIU, Eugenio: “El Hombre y su Lenguaje. Gredos. Madrid, 1997. pp. 13- 102.” (p. 35).
– “En este capítulo, también, todos los temas son tomados de los escritos coserianos, especialmente de COSERIU, E.: “Lecciones de Lingüística General”. Gredos, Madrid, 1981. Cap. X. pp. 267-286; COSERIU, E.: “Semántica y Gramática” en COSERIU, E.: “Gramática, Semántica, Universales”. Gredos. Madrid , 1978. pp. 128-147; COSERIU, E.: “Linguistic Competence: What is it Really”. The Modern Language Review, 80/4. pp. XXV-XXXV.” (p. 58).
– “Los temas tratados aquí se encuentran en COSERIU, E.: “Lecciones de Lingüística General”. Caps. XI y XII. Pp. 287- 327.” (p. 82).
– “Seguimos aquí también a Coseriu, especialmente lo expuesto en COSERIU, E.: “Lecciones de Lingüística General”. Caps. VII y VIII. pp. 186.250.” (p. 102).
Hay aquí alguna intención de engañar a la gente, además, se dice explícitamente que se trata de una antología coseriana. Todo indica que Kabatek no ha leído el texto.
4. Hay una serie de detalles que la carta de Kabatek y sus comentaristas no conocen o los han pasado por alto. La primera parte de mi texto data de 1993 y la segunda del 2002, es decir, hace más de 15 años en un caso y 6 años en el otro. ¿Por qué una reacción 15 años después? Los apuntes de clase de Jörn ALBRECHT son de 1980, hace casi 30 años, y en la contraportada el título del libro aparece así: “Eugenio COSERIU: Textlinguistik. Eine Einführung. Herausgegeben und bearbeitet von Jörn Albrecht”; también se señala que los apuntes de clase corresponden al curso que dictó el Dr. Coseriu en el semestre de invierno 1977-78.
5. Un detalle clave es ¿El profesor Coseriu conocía mi texto? Sí, estaba en su biblioteca. Entonces, ¿por qué no armó el escándalo que se está haciendo ahora? Otra cuestión, que supongo que sus discípulos directísimos como Kabatek deben saber, Coseriu no usaba computadora ni máquina de escribir. Por esta razón, muchos de sus trabajos publicados son apuntes de clase hechos por sus alumnos y él fomentaba esa práctica porque le interesaba difundir sus ideas. No sé si todavía estén en la biblioteca del Goethe de Lima algunos de ellos, que pude revisar gracias a una amable bibliotecaria, uno sobre la lingüística estructural, otro sobre la gramática generativa, otro sobre la semántica estructural, otro sobre la filosofía del lenguaje (2 tomos). Transcribir manuscritos es una tarea que no se hace desde hace muchos años y eso es lo que tenían que hacer los editores de la obra coseriana, pues, el maestro escribía a mano y en algunos casos no escribía ni siquiera guías para sus lecciones. Lo he visto dictar clases con una cajetilla de cigarros (luego dejó de fumar), un encendedor o caja de fósforos y una tiza. Tenía una memoria prodigiosa, asistí al ritual después de una comida, se puso a contar chistes en diversos idiomas, que después traducía al castellano; él afirmaba que varios de ellos los había mejorado y, en verdad, era cierto. A propósito, Loureda me pidió que averiguara si en la PUCP había dejado algún manuscrito de su estudio sobre El Quijote, que no lo habían encontrado en su biblioteca, no sé si llegaron a encontrarlo, pero es posible que no haya escrito nada, que la conferencia la dictó de memoria, pues, él menciona este ensayo en lecciones dadas hace 30 o más años y, entonces, si lo había debieron encontrarlo en Tübingen.
6. Algún comentarista afirma que Coseriu vino a la PUCP varias veces y no dice nada de la URP. En realidad, la primera vez que Coseriu vino a Lima, fue a invitación mía y a la URP , de esta visita aprovecho la PUCP para otorgarle el Doctor Honoris Causa. En la Tesorería de la URP figuran las facturas por todos los gastos del maestro, desde los pasajes hasta toda su estadía.
Es más, conversé con Coseriu sobre la posibilidad de invitarlo a Lima en La Rábida en un curso de postgrado en el que él dictaba un cursillo, ahí profesores y alumnos extranjeros compartíamos el mismo comedor, en las conversaciones que tuvimos sólo recordaba a otro lingüista peruano: Alberto Escobar, de quien me dijo que valoraba sus trabajos. Y él tenía una memoria prodigiosa.
Hay otra comentarista por ahí, que dice que como ella debí repartir fotocopias y así lavarme las manos, bueno la dama de la sugerencia no ha leído por ejemplo: “Los soportes materiales que predominan en las lecturas de los estudiantes aportan su caracterización a esta práctica. En la mayor parte de los casos el alumno lee fotocopias, muy pocas veces los libros completos y con gran frecuencia fotocopias de capítulos o simplemente de partes de un texto mayor. Este rasgo de época incidió positivamente en el qué se lee al facilitar el acceso a fuentes diversas, pero en cuanto al modo en que se lee acentúo otro rasgo de época –que no favorece las exigencias de lectura universitaria- como es la lectura fragmentaria y descontextualizada.” [Elvira Narvaja de Arnoux, Mariana Di Stefano y Cecilia Pereira: “ La Lectura y la Escritura en la Universidad ”. Eudeba. Buenos Aires, 2003. p. 7.] Y, sin contar, con la capacidad de lectura que tiene la gran mayoría de nuestros alumnos.
7. Me pregunto ¿Alguno de los comentaristas, uno solo, revisó mi libro para comprobar afirmaciones tan duras. Claro que como el que firmaba era alemán tenía toda la razón, los cholos peruanos como yo, pues, no.
7. Hay otros detalles que de repente no son importantes para los alemanes. Uno de ellos son los costos. Mi libro ha sido publicado como material didáctico de los cursos de San Marcos y la URP ; en un primer momento del curso de lingüística general y, en el segundo, de las asignaturas de Lingüística I y II. En el primer caso, los alumnos eran del primer ciclo de la carrera, estudiantes o profesores de castellano; en el segundo caso, alumnos de la carrera de traducción del 1º y 2º ciclos. La primera parte era una antología de 4 libros, se podía pedir a los alumnos que compraran esos libros, por supuesto, que no, sus ingresos estaban lejos de permitirles ese gasto. El libro de lingüística del texto de Albrecht costaba en Alemania 28 marcos (el precio está en el libro), puesto en Lima, tranquilamente el doble, unos 60 marcos. Además, estos libros no se encontraban en las bibliotecas a las que acudían mis alumnos.
La primera parte fue vendida por la UNMSM a 10 soles y la segunda por la URP a 15 soles.
No recuerdo si recibí algún pagó de San Marcos, pero en la URP me dieron para mis gastos 800 soles, toda un fortuna.
¿Cuándo cuesta la versión Loureda en España? Alrededor de 16 euros, puesto en Lima, seguramente más de 30 euros (si es que la traen), un cuarto de un salario mínimo vital. No. ¿Cuántos especialistas están dispuestos a gastarse esa cantidad por un libro que es de 1977, de hace más de tres décadas (¡30 años no pasan en vano!). Y ¿cuántos no especialistas? Ninguno.
¿No será el escándalo armado una estrategia de marketing muy bien montada?
Reconozco que por lo menos me has escrito directamente.
Saludos:
Luis Miranda
— El lun, 29/9/08, Nila escribió:
De: Nila
Asunto: no es así.
Para: «Luis Miranda»
Fecha: lunes, 29 septiembre, 2008 1:04
Profesor Miranda,
Usted dice: «A quienes reprodujeron la carta de Kabatek sólo les interesa el escándalo y dañar la reputación de las personas; lamentablemente, es el deporte favorito de nuestros compatriotas. Me da mucha pena que entre esas personas haya gente que ha cursado asignaturas conmigo y suponía que me conoce bien.»
No, no me interesa el escándalo, menos dañar su reputación . Al contrario, me duele mucho que una persona a la que yo respetaba muchísimo sea tan diferente a la imagen que tenía. Usted dice que Kabatek insiste en algunos puntos hasta el absurdo. ¿Qué de absurdo hay, profesor Miranda, en que se piense que se debió poner como autor al autor y no al traductor?
EL PROFESOR MIRANDA puede pedirmelo si asi lo desea. No quiero que después se me diga que publico una carta privada sin preguntarle a la persona que la escribe
FRIDO:
En mi mensaje del 28 de setiembre a las 10:55 pm digo:
«No te venimos con nada, Frido. No es argucia retórica. Quise precisar los hechos al decir que lo que yo hice fue hacer pública la denuncia.
En ningún momento he dicho que lo que” ha habido es la imparcial transmisión” No, imparcial nada. Mi “transmisión” es bien parcializada. Yo no creo que exista la imparcialidad NUNCA. Yo no informo los hechos,[es decir, no asumo que lo mío fue tan solo una exposición neutral] lo que hago es HACER PÚBLICA UNA DENUNCIA QUE CREI CIERTA [es decir, afirmo en ese comentario no pretendí ser imparcial]. Nada de lo que he dicho en mi post ni en los comentarios me da vergüenza.»
En tu mensaje de 29 de setiembre a las 6:25 pm dices:
» ¿Acaso no te subiste tú (y otros administradores de blogs) al tren de los acusadores? ¿Acaso pretendes que te crea que lo tuyo fue tan solo una ‘exposición neutral’ de los hechos? ¿Por qué, pues, diste ese título a la ‘noticia’ (”PIRATAS EN LA RICHI”)? ¿Es que me tomas por tonto?
Pensé que mi comentario había sido claro pero por lo que veo no he logrado hacerme entender. Así las cosas, entiendo que nada de lo que he tratado de explicarte te haya quedado claro. Por esa razón deseo informar que si vuelves a hacer un comentario, no lo contestaré.
saludos
Y en que quedo este lio? No hay una institucion como Asociacion de Linguistas o el Colegio Profesional que examine el caso, y llame la atencion al Prof. Miranda en caso se haya producido un plagio? Es increible la impunidad que existe, en mi universidad algunos profesores presentaban manuales que luego descibriamos eran traducciones del ingles y nunca cosignaban al verdadero autor. Como era material mimegrafiado ellos no le daban importancia pero creo que es un mal ejemplo para los alumnos y para la formacion etica de los futuros profesionales. Bueno estamos en el pais de Bryce…pero la gente deberia cambiar, si esto pasa entre los profesionales.
Saludos
Gracias por comentar, Amazilia, Bueno, creo que las personas pueden hacerse una idea del asunto y tomar una postura ante el hecho. Para mi la cosa es clara: El profesor Miranda presentó como suyo un texto que era de otra persona.
saludos
n-
Por lo que he leído, al margen de que sea un plagio o no, Frido Martín intenta encauzar la discusión sobre hablar de alguien con responsabilidad . «Piratas en la Richi» es un título que imputa «ipso facto» la autoría del hecho. Frido Martín se desvive por reclamar el reparo que deben tener quienes enjuician temerariamente a otros. ¿Es que nadie lo entendió?
Por suerte hay personas como UD. Roberto (stendhal@gmail.com) que nos explica las cosas a los que no entendemos
biennn,,,quiten el cartel que apareció el «»»»inteligente»»»
saludos.
«Nunca le diga la verdad a las personas que no la merecen.»
Mark Twain;
«Di la verdad y corre»
Proverbio yugoslavo.
que vergüenza que esto pueda hacer un docente supuestamente respetado por muchos alumnos. Pero déjenme decirles que esto solo será un tema del momento puesto que no se hará nada en contra del profesor,porque simplemente toda la Universidad es total y completa corrupción, empezando desde el Rector acabando en el Tercio estudiantil, profesores amenazados, qué es esto?, como pueden haber personas así?, y con qué cara hablan de ética.