Un lingüista bueno, en todo el sentido de la palabra, se ha ido. Trabajó mucho por destruir prejuicios lingüísticos y por defender la variabilidad. Hoy, que me perdonen, pero a un lingüista que tanto luchó por las lenguas minorizadas y denunciaba que ese cuento de «las ventajas de hablar una lengua con muchos hablantes» es precisamente un cuento, no lo puedo hacer hablar en español… El catalán se entiende. Hasta siempre, maestro